Rusia prueba con fotos que Erdogan compra petróleo al Estado Islámico

Agencias
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El Kremlin acusa directamente al Gobierno turco, especialmente al presidente y a su familia, de ser los principales clientes del crudo que roba la milicia de yacimientos de Siria e Irak

 
 
Parece que con Vladimir Putin no se pueda jugar al mus. No acepta órdagos. Y así lo demostró ayer. En medio de las tensiones entre Rusia y Turquía por el derribo de un avión por parte del Ejército de Ankara, el inquilino del Kremlin acusó el pasado lunes a su homólogo otomano, Recep Tayyip Erdogan, de haber ordenado el ataque porque el presidente turco es un «aliado» del Estado Islámico y se demuestra en que éste compra a los yihadistas petróleo. El aludido respondió un día después negando dichas palabras y retando a Putin a presentar pruebas al respecto. Y, en tal caso, presentaría su dimisión. Y dicho y hecho. Moscú presentó ayer numerosas pruebas documentales -fotos, mapas y vídeos- que incriminan a Erdogan y a la cúpula de su Gabinete en el tráfico ilegal de crudo del EI y de «saquear» a sus vecinos Irak y Siria.
En ese «negocio criminal», según aseguró el viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antonov, «están involucrados los máximos dirigentes políticos de Turquía, el presidente y su familia».
Si las acusaciones de Putin se centraban en que Ankara atacó al avión ruso en la frontera con Siria porque quiere defender ese límite para proteger esa vía de suministro, Antonov fue más allá, al entrar directamente en lo personal. «¿A nadie en Occidente le surgen preguntas sobre que el hijo del presidente de Turquía sea el jefe de una de las mayores compañías energéticas del país y que su yerno sea el ministro de Energía? ¡Qué fantástico negocio familiar!», ironizó.
En concreto, Rusia dice haber descubierto tres rutas terrestres por las que «hasta 200.000 barriles de petróleo» robado en los yacimientos de Siria e Irak es transportado a territorio turco por 8.500 camiones cisterna fletados por los yihadistas.
Para reforzar sus acusaciones, el Ministerio de Defensa ofreció un vídeo en el que se ve cómo los camiones cisterna cruzan libremente un sector de la frontera que en su parte siria está controlada por el Frente al Nusra.
 «El cinismo de los dirigentes turcos no tiene límites. Miren lo que hacen. Invadieron otro país y lo saquean sin disimulo. Y como sus dueños les molestan, hay que derrocarlos», manifestó Antonov, en alusión al líder sirio, Bachar al Asad, vilipendiado por Ankara.
Según Antonov, ésta es solo parte de la información en poder de Moscú sobre «los horribles crímenes cometidos por los dirigentes turcos, que financian directamente el terrorismo internacional» y son «los principales compradores» del crudo ilegal.
En cuanto a una posible renuncia del presidente otomano tras publicarse estos datos, fue contundente: «Conocemos el valor de las palabras de Erdogan. No dimitirá y no reconocerá nada, incluso si su cara estuviera manchada del petróleo robado», agregó.
De hecho, el propio afectado insistió en que dejará su cargo si se pueden demostrar las acusaciones, dando por falsas las pruebas remitidas por el Kremlin. Así, defendió que nadie tiene derecho a «calumniar» a Turquía y asegurado que no ha perdido sus valores hasta el punto de comerciar con una organización terrorista.