Amenazaba lluvia, como todo el fin de semana, pero la Asociación Barrio delResucitado tenía la intención de seguir con la fiesta que comenzaron el jueves y, un poco de aire y agua no lo iban a parar.
Había una paella programada para 120 comensales y eso requiere esfuerzo y la colaboración de los socios y claro, no se podía tirar por la borda. Además: «La plaza de San Francisco tiene soportales así que sí llueve para allá que vamos», eso era lo que aseguraban a Diario de Ávila en los prolegómenos de la jornada festiva los organizadores. Alrededor de las 12,30 de la mañana los más pequeños del barrio habían comenzado a llegar para compartir diferentes juegos organizados por esta asociación cultural y mientras los chicos se entretenían en la plaza, los mayores iban transportando todo lo necesario para la fiesta que vendría después.El bar estaba montado para la ocasión y también el quiosco desde el que después repartirían las raciones de paella, pero también había que preparar los postres y ahí estaban cargando copas de chocolate, yogures... Lo dicho: un trabajo que lleva su tiempo y que había que dejar que llegara a término.
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