En menos de una semana, la patrulla de vigilancia ambiental del Colectivo Azálvaro ha encontrado «seis buitres en avanzado estado de descomposición en las inmediaciones del Centro de Tratamiento de Residuos Ávila-Norte», todos ellos buitres negros (Aegypius monachus), especie catalogada como vulnerable en el Catálogo Nacional de especies amenazadas», denuncia José Aguilera, presidente de la agrupación naturalista.
«La localización de los cadáveres, muy próximos unos de otros en las inmediaciones del CTR, y alguno de los cuerpos contenían una gran cantidad de plástico en su interior» por haberlo «consumido antes de morir», desvela el Colectivo Azálvaro, que sospecha que la ingesta de plástico es la «posible causa de la muerte». Aunque la agrupación naturalista admite que no puede «establecer con exactitud las causas de la muerte, si se trata de un caso de envenenamiento o intoxicación, hasta tener los resultados de las necropsias realizadas», indica José Aguilera.
Para eliminar el «grave impacto para esta especie protegida», el Colectivo Azálvaro propone impedir el acceso de los buitres al vertedero del CTR y la puesta en marcha simultánea de un programa de alimentación específico para favorecer al buitre negro ante la competencia con otras especies, principalmente con el buitre leonado (Gyps fulvus). «Es evidente que la mala alimentación que ofrece el CTR a los buitres está envenenando e intoxicando a estas aves, además de provocar masivas concentraciones que provocan mortalidades añadidas en líneas eléctricas y parque eólicos», apunta. «Resolver este problema es una necesidad perentoria que no admite demoras», reclama.
La asociación contempla el citado programa en su estrategia para la mejora del estado de conservación de las aves necrófagas y sus hábitats, «principalmente a través de ARCAN, Sistema de autogestión de nuestra red de comederos para aves necrófagas, pero también de la patrulla de vigilancia ambiental, compuesta por nuestros socios y reforzada con la cada vez más asidua colaboración de voluntarios y amantes del medio natural». También incluye la reapertura de los muladares de Ávila que el Colectivo Azálvaro ha reivindicado en repetidas ocasiones, situados en los términos municipales de Maello y El Barraco. Estas instalaciones permitirían a las aves alimentarse sin la necesidad de acudir al CTR, afirman desde el Colectivo Azálvaro.