«Se ve que hay un plan para destruir la familia y el matrimonio»

diariodeavila.es
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El cardenal Robert Sarah participó en las jornadas 'Mujer, familia y sociedad' con un discurso en el que habló de «grupos de presión» que pretenden imponer la teoría de género

La crítica a la ideología de género centró la intervención del cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que participó en Ávila en las jornadas ‘Mujer, familia y sociedad’, organizadas por el Instituto Berit de la Familia y la Universidad Católica de Ávila (UCAV).

Minutos antes de su intervención explicaba ante los medios de comunicación el nacimiento de esta teoría de género, que ha dado lugar «al feminismo y la estructura de género», una doctrina que Naciones Unidas y la Unión Europea «sostienen» queriendo «imponerla al mundo por medio de leyes». Por eso el cardenal propone, según recogió el traductor, «luchar contra esto porque va contra la naturaleza y la enseñanza de Dios». Se trata de una «batalla» que «no es solo de los cristianos sino de los creyentes».

Sin embargo, la ideología de género «se inmiscuye dentro de la Iglesia desde el exterior y el interior», aseguró ya en su conferencia, y existen «grupos de presión que quieren imponer la ideología del género y el relativismo moral y si la familia está en peligro, también la sociedad y la fe». Por ello «los sacerdotes están llamados a defender la santidad del matrimonio y la familia y, si no lo aceptan como su misión, el futuro de la humanidad corre gran peligro». Por ello «actualmente somos testigos del combate que se está librando entre el espíritu del mundo y el Espíritu Santo», tal como pasó en la Roma antigua y se repite en la actualidad al banalizar temas como la legalización del divorcio, homesexualidad o las uniones civiles temporales, indicó.

Y en toda esta batalla de la cual depende el futuro «la familia es fundamental, el matrimonio monógamo y fiel es una célula básica».

Es por ello que insistió en que  «se ve claramente que hay un plan para destruir la familia y el matrimonio», lo que «en el fondo es destruir la humanidad» porque todo está fundado en la familia y en el matrimonio entre el hombre y mujer.

Es por ello que defendió esa estructura tradicional del matrimonio y afirmó que «hay diferentes modos de destruir a la familia», comenzando por considerar «a la familia como algo abstracto, sin una estructura fija» puesto que «ya el hecho de pensar esto es una forma de destruir a la familia. No solamente se piensa sino que hay una estructura ayudada por medios técnicos y financieros para destruir a la familia».

En esta estrategia destacó el papel de los medios de comunicación como vehículo, a base de repetir los mensajes.

Respecto al aborto, se preguntó el cardenal qué futuro se espera de una sociedad que destruye a los niños indefensos y débiles y afirmó que es una «sociedad violenta y criminal al destruir a una criatura indefensa».

Insistió en que no hay futuro sin los niños, como se está viendo con la natalidad en lugares como París, Londres o Madrid, donde «vienen de otras culturas, que tienen otra religión y otra cultura y ellos sí tienen niños y esto crea un desequilibrio social».

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