Becedas se reivindica como enclave teresiano

diariodeavila.es
-

El pequeño pueblo de Becedas reclama protagonismo en el V Centenario por su íntima vinculación con la vida y obra de Santa Teresa • Allí pasó tres meses en 1539, una estancia que ha quedado impregnada en rincones y gentes

Becedas se reivindica como enclave teresiano

ES una mañana de otoño típica de Ávila, fría pero soleada, y Becedas, ese pequeño y sorprendente pueblo del valle del Tormes, se despierta tranquilo y amigable. Su paisaje, dominado por las peñas de Neila y Peña Negra y serpenteado por el río Becedillas, sus rincones y hasta su silueta, marcada por la imponente torre de su iglesia parroquial, respiran el aliento teresiano como pocos lugares. También lo hacen sus gentes, verdaderas entusiastas de una figura universal patrimonio de Ávila y moradora de Becedas durante tres meses. En la primavera de 1539 una jovencita Teresa llegaba a la localidad en busca de remedios para su quebrantada salud, una vivencia plasmada por escrito que trascendió más allá de una mera estancia temporal, no en vano es considerada por muchos estudiosos como «el punto de partida de sus experiencias vitales», el kilómetro cero de la ‘epopeya’ teresiana.

En este privilegiado enclave, lugar de estancia de Unamuno, entre otros ilustres, todo recuerda a Santa Teresa. Así se ha transmitido de generación en generación, así ha llegado hasta la actualidad y así parece que seguirá en el futuro, estando como están muchos de sus habitantes empeñados en mantener viva la memoria histórica. Por eso no extraña que hoy, cuando estamos a punto de cruzar el umbral del 2015 –el año del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa–, Becedas alce la voz, salga de su tranquilo anonimato y reclame la cuota de protagonismo que se merece en los actos de la efeméride.

La Asociación Cultural de Becedas, con más de 400 miembros sobre un censo local que no llega a los 250 residentes, tiene mucha culpa en esto, como también el Ayuntamiento, la Parroquia y las asociaciones de Amas de Casa y Jubilados. Todos se han puesto manos a la obra para reivindicar a Becedas como enclave teresiano y afrontar a las claras un ‘olvido’ que ha causado la «indignación generalizada» de los habitantes de esta joya no lo suficientemente conocida. «Becedas, indignada pero no resignada», aclaraba Jesús Gómez, directivo de la asociación, quien con un escrito enviado a Diario de Ávila en octubre quiso llamar la atención sobre una «injusta» marginación oficial que no evitará, advierten, que se celebre por todo lo alto, aunque sea con medios propios, el V Centenario de una de sus vecinas más veneradas.

 

Lea la noticia ampliada en la edición impresa