Ni los playoffs, ni el escudo, ni la camiseta, ni el Adolfo Suárez, ni las 'ganas' por continuar el año que viene... No encuentra la chispa necesaria el equipo para levantar la cabeza en un final de temporada que si se anunciaba como un último examen para la continuidad de aquellos que quieran seguir en el proyecto, pocos lo aprobarían a día de hoy. Al menos después de una nueva tarde en la que, como ante el San José, lo mejor fue el resultado, en este caso ante un Bupolsa que supo aprovechar sus escasos recursos para plantar cara a un Real Ávila dominado en su propio campo e incapaz de cambiarle el ritmo a un partido que dejó la peor de sus noticias con la lesión de Jota, que se rompía la rodilla en un mal giro. Sólo el gol de Rubén Ramiro, en un libre indirecto ejecutado a la perfección, quedó entre lo más positivo de una tarde que sirvió para descontar una jornada más a una temporada que ya hay ganas de terminar. Y aún queda mucho.