Dos viviendas de un mismo portal fueron forzadas para robar

Redacción
-

Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana • El autor o autores utilizaron el conocido método bumping para forzar las cerraduras

Dos viviendas de un mismo portal, en la calle Alfonso Querejazu, en la zona sur-este de la ciudad recibieron en el mismo día la visita de los amigos de lo ajeno, confirmó a este periódico la subdelegada del Gobierno Marí ángeles Ortega. El ladrón o ladrones al parecer utilizaron el mismo sistema para acceder al interior de estas dos viviendas, el conocido como bumping, en el que es utilizado una llave maestra y por medio de unos golpecitos, la llave logra ejercer la suficiente presión sobre el bombín de la cerradura, que es capaz de accionar  la apertura de la misma. En este caso, y según comentaron a este periódico fuentes cercanas a las víctimas, el autor o autores pudieron abrir limpiamente la cerradura. Tanto es así que en una de las viviendas la propietaria accedió al interior  con sus sus llaves, ya que la cerradura había sido abierta limpiamente, sin que fuera dañada.
Los robos se produjeron en el mismo portal de la calle Alfonso Querjazu, el 12, y en los pisos 4º y 5º de este mismo portal.
El método boomping es utilizado desde hace años por profesionales cerrajeros para realizar la apertura de cerraduras en casos de pérdida de llaves o en situaciones de emergencia, hoy el método bumping es una técnica muy habitual en robos, tanto en viviendas como en negocios. Conocerla está al alcance de cualquier persona: cientos de páginas web la explican a la perfección. Además, es relativamente sencilla de aplicar; para ello sólo son necesarios una llave debidamente manipulada y cualquier objeto con el que golpear, por ejemplo, un simple destornillador. Se calcula que más del 90% de las cerraduras existentes en el mercado pueden ser abiertas gracias al método bumping. 
Es una técnica para la apertura de cilindros poco novedosa, pero que hoy vuelve a ser noticia porque en los últimos tiempos estamos asistiendo nuevamente a su auge y, desgraciadamente, en su vertiente más peligrosa. Desde el este de Europa, bandas de delincuentes han vuelto a reactivar su uso y la han extendido por el resto del continente, en paralelo a la expansión de su actividad criminal