Si las intenciones de la dirección de la multinacional nipona de Nissan plasmadas en la propuesta de Plan Industrial 2014-2016, que condiciona la llegada de nueva carga de trabajo e inversiones a la rebaja de costes y las 50 salidas previstas, no han gustado nada al comité de empresa, que ha respondido con el anuncio de huelgas y de una asamblea para después de las vacaciones navideñas, la actitud de unos y otros tampoco ha convencido a la Plataforma Nissan+17, integrada por varios de los despedidos de Nissan en 2010 que están pendientes de readmisión.

A través de un comunicado, los afectados han acusado a la empresa y al comité de «abandonarnos a nuestra suerte». Desde la plataforma se explica que cuando se produzcan las movilizaciones –la asamblea el 7 de enero y la primera jornada de huelga el 14 de enero– «ya estaremos en la calle», que es «lo que pretenden desde la empresa y nos da que pensar que alguien también lo quiere», dicen.
Tras mostrar su «perplejidad» por la actuación del comité de empresa, los afectados cargaron contra la dirección de la empresa. «Frank Torres sigue incumpliendo el expediente de 2010, manteniendo la postura de despidos» y «ahora viene con un cuento japonés», dicen en referencia al cambio del NT-400 y la posibilidad de otro nuevo camión.

«Quién se lo va a creer; si no han cumplido lo del 2010 cómo van a cumplir con algo nuevo, cuando además las administraciones no están de acuerdo con lo que hicieron; cómo les van a apoyar otra vez con más dinero», se preguntan.

Estos doce trabajadores, cuya vinculación con Nissan finaliza el 1 de enero, siguen manteniendo que la empresa está obligada a cumplir con el expediente de 2010 y materializar su reingreso.