Fue la derrota en el ‘clásico’ una derrota dolorosa por muchas cuestiones. No sólo era la primera derrota de la temporada tras cinco victorias consecutivas, sino que llegaba en la casa del eterno rival, en el clásico y en un duelo al que el vestuario, el club y la afición llegaban convencidos de que, después de una década de vacío (la última victoria en terreno azulgrana fue en la 2008-09), esta vez sería posible. Había argumentos para ello. No sólo eran los 15 puntos en el casillero de los encarnados, era la sensación de equipo, seguridad y solidez que desprendían.    

Sensaciones que quiere seguir haciendo buenas el equipo encarnado, consciente de la oportunidad perdida este fin de semana pero convencido de que siguen siendo el mismo equipo capaz de despertar de nuevo la ilusión entre los encarnados por regresar a los playoffs.

«No pudo ser, nos volvemos de vacío pero seguiremos.Perdimos una batalla pero en la guerra estamos más vivos que nunca» señalaba Nauzet. «Derrota muy dura en un campo muy complicado. Toca levantarse y seguir» señalaba Juli. No fue un buen partido. Son conscientes de ello. Les superó el escenario y el rival. Los saben los jugadores y lo sabe Jonathan Prado en una semana atípica por la falta de competición. Si el parón viene bien o mal se verá ante el Bupolsa, su próximo rival en el Adolfo Suárez.Por lo pronto el equipo tendrá unas pequeñas vacaciones del viernes al domingo. Un parón que le vendrá bien a Mayorga y Edu, que se perdía el partido por molestias en el soleo.