Ferrari y Sauber confirmaron ayer un cambio de cromos en sus volantes de cara a la próxima temporada, con el fichaje del joven monegasco Charles Leclerc por parte de la ‘Scuderia’ y la vuelta de Kimi Raikkonen al equipo donde dio sus primeros pasos en la Fórmula Uno. Traducido a números, la escuadra del ‘Cavallino Rampante’ cambia a un piloto de 38 años -39 el mes que viene- que lleva cinco temporadas sin celebrar una victoria por otro de apenas 20 años, que aterrizó este curso en la máxima categoría del motor con una mochila cargada de ilusión, y que, además, conoce muy bien la fábrica de Maranello, pues salió de su programa de jóvenes corredores. 

Parece que Ferrari busca un cambio de rumbo, poniendo el volante del piloto más joven al mando de uno de sus monoplazas desde 1961, cuando el mexicano Ricardo Rodríguez, disputó con la escudería de Maranello el Gran Premio de Italia, con 19 años y 208 días. El monegasco, considerado como una de las grandes promesas de la parrilla, fue campeón del mundo de la categoría de GP3 en 2016 y al año siguiente ganó el título de Fórmula 2. Mientras, salvo sorpresa, este será el undécimo año consecutivo sin que los ‘tifosi’ celebren un Mundial de la ‘Scuderia’.