«Casi un año» lleva Nieves Vaquero prepándose para presentarse a la oposición de Enfermería, robándole horas al sueño para poder estudiar y compatibilizarlo con el cuidado de su hijo de tres años y con sus obligaciones laborales, ya que trabaja como interina en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. De hecho, ella pidió «un permiso de tres meses sin sueldo» para poder dedicar más tiempo al estudio. Pero sus desvelos y «sacrificios», tanto «económicos como personales», han sido en vano. Esta enfermera de 33 años de edad es una de los 20.000 opositores afectados por la suspensión de la convocatoria de empleo público de Enfermería en Castilla yLeón cuando quedaba poco más de una semana para que se celebrara el examen, más de 300 de ellos residentes en la provincia de Ávila.
Este domingo, justo el día en que debían examinarse para superar la primera prueba de la oposición por la que optaban a alguna de las 554 plazas ofertadas en nuestra comunidad autónoma, más de doscientos afectados y sus familias han salido a la calle, concentrándose en la plaza del Mercado Chico pidiendo la dimisión del consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado.
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