Francisco Fonseca, vallisoletano de nacimiento, reflexionó ayer largo y tendido sobre el concepto de Europa y la percepción que de ella se tiene en España.

¿Y qué percepción cree que tiene el español en general de Europa?

Hay dos tipos de respuesta: la macro, la de las encuestas, que dice que q pesar de que ha habido cierto deterioro en la percepción de la ciudadanía española las instituciones siguen siendo consideradas como un elemento positivo; y la micro, que se plantea por qué se puede percibir un cierto desencanto con Europa. El último Eurobarómetro decía que el 80% de los españoles son favorables a la UE y que con respecto a la situación actual confían en ella el 60%. Si hemos perdido esos 20 puntos, ¿qué podemos hacer?

¿Y los jóvenes en particular?

Probablemente tienen la impresión de que Europa es un invento que se ha quedado esclerotizado en unos moldes que no responden a la situación actual y que no se ajusta a sus necesidades. Yo creo que esto no es verdad, pero hay que explicar Europa y que representa unos derechos enormes para su futuro y que su futuro es mucho mejor con Europa. 

Y hay datos relevantes. Tenemos un 5% de los europeos que vivimos fuera de nuestras fronteras y que no vivimos como extranjeros sino como uno más. Entorno al 20% de las parejas de Europa son de diferentes nacionalidades o de la misma viviendo fuera de su país. Y eso se hace sin problema porque Europa permite hacerlo en igualdad de condiciones.

¿Queremos que los tres millones de ciudadanos europeos que trabajan en Gran Bretaña puedan seguir haciéndolo libremente? ¿Cómo lo vamos a conseguir?

Hablando de Gran Bretaña, ¿cómo valora la situación del Brexit tras la Cumbre de Salzburgo?

Hay un elemento clave, y es que todos los jefes de gobierno dijeron, ‘señora May, tenemos que encontrar un acuerdo a partir de octubre y que está claramente delimitado’. Tenemos que hacer un acuerdo de separación estable en el cual los derechos y obligaciones se igualen. Es un divorcio duro y va a ser una situación de perdedores mutuos de Europa y Gran Bretaña. Y yo creo que todos los ciudadanos europeos debemos revelarnos contra los exclusivismos.

El Brexit es una situación perdedora para todos, como cualquier divorcio. Tenemos que garantizar que tenemos tendidos los puentes para que Gran Bretaña pueda regresar a Europa si así lo desea. Pero respetando derechos y obligaciones. 

Gran Bretaña tiene que respetar, y lo siento mucho, las decisiones del Tribunal Europeo de Justicia.

¿Descartaría un segundo referéndum?

El pueblo británico ha hablado. Y la clase política ha dicho claramente que la única decisión que existe es la que dio el pueblo británico. Que sea la democracia británica la que encuentre la solución.

¿Y qué futuro ve para la Unión Europea en un momento decisivo como éste en el que nos encontramos?

El futuro que veo es el de la necesidad. Europa ha atravesado crisis fundamentales. Nadie va a negar que la crisis económica de 2008 ha provocado que todos nos planteemos qué es Europa. Hemos pasado de ser ciudadanos agradecidos, porque pensábamos que Europa nos solucionaba todo, a ser ciudadanos críticos.

Pero Europa no soy yo, somos todos. Y Europa, después de salir de la crisis, debe ser capaz de ofrecer un marco económico de progreso a los ciudadanos.

Por ejemplo, Europa y Estados Unidos representan el 40% del comercio mundial. Entonces, ¿cómo hay que solucionar los problemas? ¿En bloque o de manera individual? Ocurre lo mismo en materia de inmigración. ¿Cómo se va a solucionar? ¿Cada uno tenemos que poner nuestras vallas o fronteras o tenemos que gestionarlo en común? Y esto es lo que hay que explicar: que España es Europa y que Europa es España.