Los leones vuelven a ejercer de vigías

Estela Carretero
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Dos esculturas pétreas que estuvieron en el Grande son instaladas en el jardín del Rastro

Los leones vuelven a ejercer de vigías

Desde mediados del siglo XX fueron testigos del ir y venir de los abulenses desde una ubicación privilegiada en el centro de la ciudad. Sin embargo, la remodelación de la plaza del Mercado Grande, lugar desde el que habían ejercido como vigías durante más de medio siglo, desterró a media docena de leones pétreos (réplicas del siglo XX de los que existen en la iglesia de San Pedro) a los almacenes municipales, ‘jaula’ de la que en marzo salieron dos de estos felinos para emplazarse en la escalinata de la basílica de San Vicente y que también este martes abandonaron otros dos leones que a partir de ahora serán testigos del devenir de los abulenses desde el jardín del Rastro.  

Tal y como detalló Beatriz Jiménez, concejala de Patrimonio Histórico, durante la colocación de ambas esculturas en su nueva ubicación (trabajos ejecutados por la empresa Conedavi), se trata de dos leones realizados por artista anónimo en los años 40 del siglo pasado, de 700 kilos de peso cada uno y 1,80 metros de altura, a los que se «les ha desprovisto de la basa original» y a los que se les ha dotado de una barra de hierro para «una mejor sujeción».

Una vez colocados estos dos leones en el pretil del jardín del Rastro, sólo dos esculturas pétreas de la media docena que en su día estuvieron en el Grande esperan nueva ubicación, si bien, señaló Jiménez, «de momento» seguirán en el almacén municipal.