Sobre papel quizá la del domingo no era la obra más atrayente de cuantas  llegarán a esta muestra de teatro abulense para un público que suele ser fiel. En esta ocasión no se llenó la sala del Lienzo Norte, pero mereció que no quedaran entradas, sobre todo a tenor de los aplausos finales que obligó a los actores a salir a escena hasta en tres ocasiones toda vez que acabaron su cometido.

Dinámica, visual, potente, casi agotadora en lo dialéctico pero en ningún caso cargante,  y sobre todo despertando sonrisas entre el público discurrió este actualizado ‘El Misántropo’ de Moliere que llegó en la noche del domingo al público abulense.

Revisado y haciendo suyo el texto lo cierto es que todos y cada uno de los actores que fueron dando vida a los personajes bordaron una más que creíble actuación que quizá por desgracia, o no, en mucho se asemeja a la realidad de unos tiempos en los que la sociedad puede que ansíe la verdad y la franqueza, pero que en muchas ocasiones deja pasar de largo con falsos argumentos y por aquello de que se vive mejor viendo la vida de color de rosa.

La intención de Miguel de Arco en la dirección de esta obra teatral es hacer de los personajes de Moliére reflejos de los hombres y mujeres del siglo XXI y lo hace con maestría gracias a un elenco que se lo cree y que lo transmite, con giros lingüísticos actuales y ante todo mucho dinamismo.

De los retazos del pasado apenas unos nombres casi imposibles de memorizar: Alcestes, Celimena,Filinto, Oronte, Cilantro, Arsinoé.... Todos, lo dicho, geniales y haciendo pensar al público, sobre todo en los momentos de oscuridad y silencio, de ralentización en lo musical y es que con ello también juegan. Imágenes, sombras, bailes completan una genial puesta en escena.