Los sindicatos de Nissan en Ávila ven «en grave riesgo la continuidad de los vehículos que se fabrican en la planta». Así de rotundos se mostraron este viernes tras salir de la reunión mantenida con la dirección de la planta, entre ellos Óscar Bombín, su director de operaciones, de ahí que tras un primer encuentro en el que las tres centrales sindicales dejaron patente su «preocupación» y su disposición a emprender movilizaciones, se emplazaron al próximo jueves para acordar el calendario con las medidas de presión, entre las que ya se ha planteado la huelga para los sábados productivos.

 

El presidente del comité de empresa, Rubén Zazo, aseguró que la dirección de Nissan ha reconocido «el incumplimiento» del convenio firmado el año pasado toda vez que siguen sin garantizar (ni descartar al cien por cien) el proyecto de los largueros que el comité ya da por «muerto». Además el ‘plan b’, la fabricación de unos ejes para Renault que daría trabajo «a más gente», tampoco se asegura y «si viniera, nos dicen que sería para el año 2018, nunca antes», destacó Zazo, quien insiste en que eso supondría «incumplir» el convenio firmado hace un año y con vigencia este 2016.

 

Por si esto fuera poco, desde el comité de Nissan se asegura que la dirección ha comunicado que el NT500, el vehículo que empezó a fabricarse al inicio de 2014 como uno de los compromisos del acuerdo del 2010 y con vigencia para diez años, «dejará de fabricarse a final de año y no se sabe si se volverá a retomar».

 

 

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