'Guitartiétar' apunta a la segunda edición

Isabel Camarero
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Ávila y Toledo aportaron seis rondas al primer certamen que organiza Lanzahíta • Los vecinos se echaron a la calle y colaboraron adornando el pueblo y con la exposición organizada al efecto

 
No hay nada mejor que tener ganas de que las cosas salgan bien para que efectivamente el resultado sea positivo. Y eso es lo que pasó este domingo en el primer encuentro de rondas bautizado como GuitarTiétar y que organizaron al alimón el Ayuntamiento de Lanzahíta y la ronda La Abantera de esta localidad. Cinco rondas estaban invitadas y ninguna falló a la cita fueron las de ElTenaco de Arenas de San Pedro; Revolvedera de Navalcán (Toledo), Ronda de Sartajada (también toledana) y las de Pedro Bernardo y Guisando. Lo bueno es que además de acudir sus músicos que sumarían en torno a 80, tal y como aseguraba el alcalde de Lanzahíta, Pedro Sierra a la comitiva se sumaron diferentes músicos ‘independientes’ por así decirlo. Además, el pueblo no falló y salió a las calles engalanadas para la ocasión por ellos mismos. Hay que decir que las rondas llegadas del exterior también se llevaron a un buen número de seguidores con lo que el éxito prácticamente estaba asegurado.
La buena música, el peso de la tradición y un día que resultó espléndido ayudaron a dejar buenas sensaciones y sobre todo la impresión de que había ganas de más, de mucho más. Por lo que la segunda edición puede que ya apunte en el horizonte.
Los vecinos además acudieron a la llamada de la organización para crear con sus aportaciones una exposición de trajes tradicionales y de instrumentos antiguos que también fue muy visitada, explicaba el regidor a Diario de Ávila. Los actos comenzaron en torno a las 12 horas, cada ronda tenía un lugar asignado para su actuación y así se llenó el pueblo de la alegría de la música. Para compensar el esfuerzo tuvieron una comida de hermandad a base de patatas con costillas que también resultó muy bien y para terminar con el hermanamiento qué mejor que un pasacalles en el que aunar la buena música y arrastrar una buena marea de gente que puede que hasta se quedara con ganas de más.