El efecto dominó pone en riesgo el fútbol abulense

A.S.G.
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El descenso del Zamora a Tercera División puede poner en marcha una cascada de descensos que afectaría especialmente a los equipos abulenses, no sólo la Cebrereña sino al Bosco de Arévalo e incluso en una complicada carambola al Sotillo

La Tercera División ha llegado a su conclusión, al menos en su fase regular, la Regional de Aficionados la cerrará este sábado y la Provincial hará el cierre a medio camino a lo largo del fin de semana. Sin embargo toca mirar más allá, más allá de un calendario regular que puede permitir a muchos equipos cerrar la campaña con los deberes hechos –no es el caso del Real Ávila– pero que pueden verse abocados al descenso desde los despachos.Porque nunca antes se había visto lo que puede verse en las próximas semanas en el fútbol abulense, donde los arrastres y los descensos en cadena acaben siendo los protagonistas de una temporada que, sin duda alguna, puede empezar a tildarse de auténtico desastre.

El efecto dominó, o como la Federación de Castilla y León de Fútbol lo llama, «descensos en cascadas», ya está en marcha. El Zamora, decimoctavo en la Segunda División B grupo I, lo ha puesto en marcha con su descenso y las repercusiones pueden alcanzar incluso la Provincial de Aficionados.

Toca esperar

 

Veinte son los equipos que conforman el grupo VIII de Tercera División, y veinte serán los que la formen en la 2015-2016. No ocurrirá como en la 2011-2012 donde fueron 21 los equipos que la disputaron. Y lo deja claro desde ya la Federación de Castilla y León de Fútbol, que ante la caída del Zamora desde la Segunda División B ha decidido aclarar, a través de una circular, la aplicación de «descensos cascada».     

La circular emitida por la federación regional deja claro que «descenderán a Regional de Aficionados los clubes clasificados en los puestos 18º, 19º y 20º del grupo VIII de Tercera al término de la temporada 2014-2015», caso del Real Ávila, «y además tantos clasificados en los puestos inmediatamente anteriores a los aludidos como sea la diferencia entre los posibles descendidos de la Segunda División B –cuestión que afecta a la Cebrereña– que deban adscribirse al grupo VIII y los ascendidos a Segunda B, de tal forma que el grupo quede compuesto por un máximo de 20 clubes». Una normativa que incluso deberá llevarse a cabo con posterioridad al 30 de junio por motivos no deportivos o económicos. Toca esperar porque es en este punto, los ascensos a Segunda B que pudieran firmar la Arandina,el Palencia, la Gimnástica Segoviana o el Numancia B –equipos inmersos en los playoffs– la clave no sólo para evitar que la Cebrereña descienda, sino para que la cascada de acontecimientos llegue incluso a la Regional y la Provincial.

Nervios en el Bosco

No es ajena a esta situación la Regional de Aficionados, donde el Bosco de Arévalo es un afectado directo en estos momentos. Bien es cierto que el Grupo A de la Regional lo conforman 17 equipos –la normativa marca un límite máximo de 18– pero esta temporada el mejor segundo es el perteneciente al grupo B, el Ciudad Rodrigo, lo que va a suponer que sólo un equipo ascienda desde el grupo A a Tercera División. En otras palabras, si asciende un sólo equipo –el Sporting Uxama– y bajan tres –Cebrereña, La Granja y Real Ávila– el resultado es que sobran equipos y la situación del Bosco de Arévalo se torna «muy complicada». No lo niegan en un club que ahora tiene su primer equipo en manos de Miguel Ángel SanJosé tras la marcha de Jesús de la Torre. «Queríamos que siguiera, incluso estábamos dispuestos a que siguiera trabajando con nosotros, pero ha sido una decisión personal» señalaba Manuel Pinto, presidente del Bosco de Arévalo, que sabe que este sábado –16,00 horas– están obligados a ganar alRacing Lermeño al menos «para mantener nuestras opciones». Porque de perder inclusive podrían caer al descenso directo. «Estamos en la cuerda floja.Hay que ganar al menos para poder optar a quedarnos». No está exento de este miedo al descenso en cadena el Sotillo –juega el sábado ante el Polideportivo Salas– aunque en su caso necesitaría perder y que ganaran todos aquellos que están a su estela. Aunque vista la suerte del fútbol abulense este año todo es posible.

No hay plan B

Y toda esta situación podría tener un damnificado más. El Mombeltrán, campeón de la Provincial de Aficionados, parece dispuesto a ejecutar el ascenso, opción que se ha ganado con el título conseguido. Una posibilidad ante la que están muy pendientes un Colegios Diocesanos AMS implicado en estos momentos en la pelea por la segunda plaza con el Sporting Lanzahíta.

Un subcampeonato que podría haber abierto una segunda vía para los colegiales pero que ahora mismo parece poco más que un imposible. La 2012-2013 fue la última campaña en la que la Regional grupo A tuvo 18 equipos. Desde entonces no había cubierto un cupo que mantenía esta categoría con 17 equipos.Una situación que hacía pensar que el Colegios Diocesanos podría optar, a la espera de alguna renuncia –como ha venido produciéndose en otras temporadas– a ocupar, mediante petición e invitación, a ocupar este puesto. Sin embargo el plan B empieza a tambalearse. Porque más que faltar equipos todo hace pensar que sobrearán. Y lo malo es que todas las papeletas apunta a los equipos de Ávila.