El árbitro enfada al Calderón

Agencias / Madrid
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El colegiado y sus asistentes anulan dos goles legales al Atlético en el duelo ante el Athletic

El Atlético de Madrid empató ayer contra el Athletic en un duelo donde los madrileños no encauzaron por completo la tercera posición liguera, cuando solo restan tres fechas del campeonato.

El cuadro bilbaíno comenzó más entonado que su adversario, guiados por un inspirado Iñaki Williams. De hecho, el bloque visitante fue el primero en avisar, con un remate de Mikel San José. Sin embargo, no gozaron de oportunidades mucho más claras en toda la primera parte, pero sí que generaron sensación de peligro.

Griezmann se erigió en el principal baluarte ofensivo entre las filas locales, que empezaron a tomar las riendas del duelo más por inercia que por otra razón. Jaleados por su público, los de Simeone entrelazaron varios arrebatos para merodear el área de Herrerín, pero fueron algo inconexos como para exhibir peligrosidad.

Al borde del intermedio, y tras un barullo en el área vasca, Griezmann ‘pescó’ un balón suelto para zafarse de Herrerín y anotar lo que parecía el 1-0; pero la bandera del linier señaló un fuera de juego muy protestado.

A la vuelta de los vestuarios, el ariete francés protagonizó un lance similar que también acabó en el fondo de la red bilbaína, y de nuevo fue anulado. El Athletic no fue capaz de neutralizar los pocos, pero inquietantes arrebatos de su rival, aunque gozó de una clara oportunidad a la salida de un córner, cuando Etxeita remató a bocajarro en el área pequeña.

Tiago volvió a perforar las mallas del equipo vizcaíno por tercera vez, pero, igualmente, no subió al marcador por su supuesta posición antirreglamentaria. El encuentro había vivido durante más de una hora con un ambiente enrarecido, con jugadas trabadas y con ligeras broncas desde la grada al cuerpo arbitral.

Hasta el pitido final del colegiado Jaime Latre, los locales azuzaron a su contrincante, sobre todo liderados por Griezmann. El mediapunta galo llevó el peso ofensivo durante un envite en el que Fernando Torres únicamente contó con un acrobático remate de gol en la primera parte.

Finalmente, los dos contendientes abandonaron el terreno de juego del Vicente Calderón prácticamente como habían venido, con un punto para cada uno, pero sin la certeza de finiquitar sus respectivos horizontes.