Crisis en el PP vasco

AGENCIAS-SPC
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La frustrada ponencia sobre la libertad y la convivencia que propuso y luego retiró la líder de los 'populares' de Euskadi, Arantza Quiroga, dispara los rumores sobre su posible dimisión

A poco más de dos meses de las elecciones generales, y con la difícil misión de recuperar el electorado perdido, Génova no podía permitirse una sangría de votos desde su flanco derecho, concretamente del de las víctimas del terrorismo. Por eso, los cimientos de la sede central del PP se tambalearon el pasado miércoles cuando la líder de los populares vascos, la cada vez más cuestionada Arantza Quiroga -las disputas internas de su grupo y las encuestas son una pesada losa-, propuso una ponencia sobre libertad y convivencia que tenía por objeto alcanzar un acuerdo sobre principios básicos con todos los grupos, incluido EH Bildu. A renglón seguido, tras cosechar el aplauso de jeltzales y abertzales, la retiró.

No convenció que la de Irún lamentara que «se retuerza de tal manera» su iniciativa. «Por supuestísimo que la exigencia siempre tiene que ser de rechazo, de condena y de deslegitimación del terrorismo», proclamó.

De poco le sirvió el respaldo oficial del aparato después de que el ministro de Sanidad y líder del PP alavés, Alonso Alonso, la desautorizara y obligara a rectificar, ya que durante toda la jornada de ayer, se ausentó sospechosa y sorprendentemente de su asiento en el Parlamento autonómico. Se dispararon de inmediato todo tipo de rumores, que no pudieron ser acallados por su mano derecha, Nerea Llanos, que aseguró que estaba «indispuesta» tras las «tensiones» vividas el día anterior. «No contempla la dimisión», apostilló tras confesar que habían hablado por teléfono. No obstante, su silencio es elocuente.

Parece que el texto propuesto, que sustituía la condena a ETA por un genérico «rechazo a la violencia» con la intención de sumar a EH Bildu y de buscar un «pronunciamiento compartido» sobre la deslegitimación del terrorismo, ha hecho que VOX tildara ayer de «traidor» al PP y reclamara el voto en las próximas generales.

La situación de la que fuera presidenta del Parlamento vasco entre 2009 y 2012 se halla claramente comprometida, sobre todo, teniendo en cuenta que sus principales rivales se encuentran en Madrid. Yno solo Alonso, también el exalcalde de Vitoria y vicesecretario Sectorial del bloque conservador, Javier Maroto, a pesar de que intentara ofrecer una imagen de cierre de filas en torno a Quiroga y recuperar un vínculo de confianza que parece irremediablemente roto con su jefa de filas en Euskadi, a la que no les interesa que precisamente ahora dimita. El gran beneficiado de la tormenta podría ser Iñaki Oyarzábal, exsecretario general de los populares vascos, que fue derrotado por la política en mayo de 2013 cuando se dilucidó quién iba a llevar el timón de la nave tras la despedida de Antonio Basagoiti. En febrero del año pasado fue definitivamente postergado por Nerea Llanos.

Otro posible relevo podría ser el portavoz del PP en el Parlamento vasco, Borja Sémper, con quien Quiroga tuvo serios enfrentamientos en febrero, al vetar al candidato del presidente de los populares guipuzcoanos para la Alcaldía de San Sebastián. Ayer, admitió que ésta «calculó mal» al presentar la propuesta de moción porque no pensó que hubiera dudas del compromiso del partido contra ETA. «Como si tuviésemos todos los días que demostrarlo», apostilló.