A falta de unos días para que dé comienzo la campaña electoral (el pistoletazo de salida será en la medianoche del próximo jueves), el presidente del Gobierno acudió ayer a Toledo para mostrar todo su apoyo a su número dos en el partido y candidata a la reelección al frente del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, de la que destacó su buen hacer tanto en la región como en la formación a nivel nacional.

El mandatario, además, no desaprovechó la oportunidad para mostrarse convencido de que el PP va a ganar los comicios del 24 de mayo, porque es «el único partido de la moderación» en España, ya que es un bloque «que no es esclavo de las modas» ni «regatea» con los valores ni los implanta «en función de las circunstancias». 

«Creemos en la democracia, en la libertad, en el espíritu de la transición. No somos esclavos de las modas. Estamos donde siempre hemos estado y preservando siempre nuestra independencia», subrayó. Además, indicó que su Gobierno no recibe «órdenes de nadie». «Solo del conjunto de los españoles», matizó.

Asimismo, definió al bloque que dirige como «el pivote central de las libertades». «Somos la formación a la que todo el país asocia con el crecimiento y la creación de empleo», espetó.

El líder del Ejecutivo aseguró que el «gran cambio» que ha vivido la nación «ha sido cambiar el pasado de las recetas socialistas al futuro de las políticas reformistas del PP», tras lo que apeló a la «seriedad» de su equipo, rechazando que España «apueste por otra cosa distinta a lo que necesita» y a las «etapas donde un Gobierno generó la mayor crisis económica en décadas».

También se mostró convencido de las buenas expectativas del país para el año que viene y de que se van a crear 500.000 puestos de trabajo cada año a partir de 2016.

A pesar de las perspectivas optimistas, Rajoy confesó que lo «pasó mal» cuando se hablaba «del rescate de España y de su salida del euro», porque cada titular en los medios «era un golpe».

 

ORGULLOSO. En relación a la labor de Cospedal en Castilla-La Mancha, se mostró orgulloso de su trabajo como secretaria general y como presidenta regional y destacó el papel importante de Toledo y la influencia que ha tenido la baronesa popular en conseguir esa imagen de la ciudad.

Por su parte, la aludida dio a conocer parte de su programa electoral y propuso una reforma del IRPF basada en tres pilares, como son la rebaja de los tipos de los dos tramos inferiores autonómicos en un punto porcentual a partir de 2016 y elevar un 10 por ciento los mínimos exentos por descendientes, ascendientes y discapacitados, medida con la que, según su previsión, los contribuyentes se ahorrarán 59 millones de euros.

Con este plan, la presidenta pretende que Castilla-La Mancha se convierta en la Comunidad con los tipos inferiores más bajos y apoyar a las familias.

Por otro lado, se dirigió a Ciudadanos, aunque sin mencionar a la formación, para rechazar la propuesta de su líder, Albert Rivera, de abrir el debate para legalizar algunas drogas blandas. «La droga es mala y no la queremos legalizar», subrayó tajante, al tiempo que indicó que el PP no va a poner en cuestión si estas sustancias «son malas o buenas para los jóvenes».