Eso de que ‘grano no hace granero pero ayuda al compañero’ se demostró este viernes en cada uno de los puntos de entrega de la III Gran Recogida de Alimentos. Porque si un litro de leche o un bote de legumbres no soluciona la vida a nadie, cuando se logran reunir toneladas de comida la cosa cambia. Y eso fue lo que se comenzó a lograr el viernes gracias a la organización del Banco de Alimentos y a la generosidad de los cientos de abulenses que pusieron su granito de arena para que esta iniciativa vuelva a ser un gran éxito.

Más de 300 voluntarios se desplegarán entre el viernes y el sábado por los supermercados de Ávila y de la provincia para pedir a los clientes que a la hora de hacer la compra piensen en los que más lo necesitan y echen al carro alguno de los productos que más se necesitan en casa, sobre todo leche, aceite, conservas de pescado, azúcar, cacao, harina, galletas y legumbres en conserva.

¿Se están portando los abulenses?, quisimos preguntar en Carrefour a Julia, una voluntaria de lujo que ‘regaló’ su tiempo libre antes de entrar a trabajar, precisamente, en ese mismo establecimiento. «Sí, la gente es muy generosa», nos contestaba al lado de Juan un jubilado que como Julia repite como voluntario y que nos descubrió, por ejemplo, que ya habían tenido algún caso de personas que había colaborado dejando un carro entero.