Con emotivos gestos y mucho respeto. Así recordó ayer Barcelona el terror que sacudió el corazón de la ciudad con un atentado terrorista 365 días antes, al que le siguió en segundo ataque en Cambrils (Gerona). Unos símbolos, en forma de música, flores y poesías, que sirvieron a familiares, autoridades y vecinos para expresar su sentido tributo a quienes perdieron la vida en esas fatídicas jornadas, y que supuso para algunos la vuelta a un lugar marcado por la tragedia. 

Una ofrenda floral recordó a primera hora a los 16 fallecidos y más de 100 heridos en el mosaico obra de Joan Miró ubicado en el famoso bulevar de Las Ramblas, el lugar donde terminó su mortal recorrido la camioneta que el 17 de agosto de 2017 perpetró el atropello masivo. Allí, entre lágrimas, las familias depositaron flores en unas macetas colocadas para la ocasión. A continuación, fueron las autoridades locales y regionales, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o el presidente del Parlament, Roger Torrent, seguidas de ciudadanos anónimos, los que expresaron su solidaridad.