Una jornada gris y con lluvia acompañó al sepelio que cada año pone fin al carnaval y da paso a la Cuaresma, el entierro de la sardina. Este entierro, con su contrarrestada ironía, se celebró un año más en el barrio de las Vacas con un cortejo fúnebre que partió desde la plazuela de las Vacas algo después de las 19,30 horas y que procedió a recorres las calles del barrio antes de volver a su punto inicial donde estaba previsto proceder a su incineración. El centro de este cortejo estaba formado por el ataúd en el que la figura de Nemo (procedente de la Cabalgata de Reyes del pasado año) coronaba una estructura en el que había espacio para hacer referencia a las consecuencias de la nieve, la radioterapia o el AVE. También a los problemas del peaje, 'Abiertis' o incluso una ironía con la figura de Homer Simpson ejerciendo de 'Mr. Quitanieves'. Todo ello gracias a la 'Funeraria Las Vacas'.