De Vega: «El pasado se desvela solo en parte»

GEMA FERNÁNDEZ
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La escritora y socióloga madrileña acaba de publicar la segunda parte de la saga de los Anglada, un emocionante recorrido sobre la España del siglo XX, pero desde la pequeña óptica de una familia singular

Tras el éxito de su anterior novela, Cuando estábamos vivos, Mercedes de Vega publica Todas las familias felices ( Plaza & Janes) una saga familiar llena de pasión e intriga donde la vida de la periodista Teresa Anglada salta por los aires tras la desaparición de una de sus gemelas en el Museo Reina Sofía de Madrid. Presa del pánico, iniciará una investigación por su pasado familiar al descubrir que su hija ha desaparecido un 21 de diciembre, el mismo día que lo hizo su padre en 1970.

Todas las familias felices surgió como una necesidad de dar vida a unos personajes, que ya perfiló en su anterior novela, Cuando estábamos vivos. Cuéntenos quiénes cobran vida en esta segunda parte que retrata la existencia de los Anglada.

Las dos novelas son independientes en su lectura y en sus tramas. Todas las familias felices reconstruye la vida de Tomás Anglada 34 años después de que fuese abandonado en el orfanato de López de hoyos, en diciembre de 1936, para situar al lector en el tiempo presente del personaje en el que decide una mañana salir en busca de su origen al pueblo de Milmarcos en el que desaparece. Su hija Teresa, 33 años después, iniciará su búsqueda para encontrarlo a raíz de otra desaparición, la de una de sus hijas en el museo Reina Sofía. Los personajes que aparecen en la segunda entrega son los descendientes, y por supuesto sus aventuras y desventuras son absolutamente nuevas e independientes. El eje entre las dos novelas es Tomás.

En el anterior libro y en éste retrata parte de su historia personal al intentar ahondar en sus raíces. ¿Qué conclusiones ha obtenido?

Nunca averiguamos todo lo que necesitamos saber sobre el pasado. Este se desvela solo en parte, y, además, cuando lo hace casi siempre es de manera subjetiva.