El Barcelona se impuso ayer por 0-8 en el Nuevo Arcángel al Córdoba gracias a un triplete de Luis Suárez y a un doblete de Leo Messi, en un festival de goles con el que mete miedo al Bayern de Múnich de cara a la Champions, mientras da un paso más hacia el título liguero a costa de un rival desahuciado que firmó su sentencia y puso rumbo a Segunda División.

No tuvo prisas el cuadro azulgrana para arrollar a su rival. Asfixiado por la flama de una tarde calurosa, hasta siete jugadores reclamaron al banquillo la necesidad de beber agua a los 15 minutos. Fue el guión de un duelo que jugó a favor del conjunto blanquiverde en los primeros compases. Esperó metido en su campo y ajustó las marcas para cerrar los espacios. Como consecuencia, los azulgranas se atascaron y no disfrutaron de ocasiones claras. Pero esto terminó por ser un espejismo.

El orden táctico duró lo que tardó Messi en tirar una rosca con la que torció el cuello a los locales. Desde la izquierda, el argentino asistió, mientras los rivales miraban la trayectoria del pase, a Rakitic, que controló y se orientó el balón para fusilar a Juan Carlos.

Saboreaban los cordobeses la posibilidad de irse al descanso con solo un gol en contra cuando Iniesta se inventó una asistencia que cruzó hasta ocho cabezas rivales y que terminó por aprovechar Luis Suárez, despojándose de la marca de Pantic y adelantándose a la salida del meta andaluz para poner el 0-2.

Castigados en lo anímico por la bronca de la grada, el Barcelona golpeó hasta noquear a un Córdoba que ya piensa en disfrutar su corta estancia en la élite. No tuvo compasión el bloque catalán que, al minuto de arrancar el segundo tiempo, amplió la ventaja en el marcador con una diana de Leo Messi a centro de Dani Alves.

El equipo local asumió que su temporada no está para heroicidades y relajó la intensidad en las marcas. Grave error. No perdonó su oponente que, antes del carrusel de cambios, amplió más aún su renta. Primero por medio de Luis Suárez, que cabeceó a la red otro centro medido de Dani Alves. Instantes después, Piqué anotó, también con la testa, un córner botado por Rakitic. Cinco goles, una jornada menos y a pensar en la Champions.

Cambios. Con el viaje a Múnich en el horizonte, Luis Enrique pensó en la competición continental y dio descanso a Mascherano, Rakitic e Iniesta. Dejó en el campo a los tres atacantes, hambrientos por ahondar en la herida del Córdoba. Y lo lograron. Pedro se filtró entre la defensa, se la puso a Luis Suárez y en el rechace, Neymar, que entró de cara, permitió que Messi firmara el sexto de la tarde.

Sin embargo, el ‘10’ demostró que no está obsesionado con ningún récord e, instantes después, concedió a Neymar la posibilidad de transformar un penalti que Gunino cometió sobre él. El brasileño engañó a Juan Carlos y puso el séptimo en el electrónico. No fue el último y Luis Suárez, a falta de tres minutos para el final, marcó el octavo al cazar un balón suelto dentro del área tras un disparo de Xavi que impactó en la zaga.

Con este triunfo, el Barça logra su decimosexto encuentro consecutivo invicto entre todas las competiciones y amenaza a un Bayern que, la semana pasada, se proclamó campeón de la Bundesliga.