Nadie quiere perder baza

A.S.G.
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La primera jornada del grupo VIII refleja la fuerza con la que arranca un campeonato repleto de candidatos a todo y dispuestos a mostrar músculo desde el primer día. Astorga, primer líder. El Real Ávila constata sus buenas sensaciones en este inicio

Arrancó el grupo VIII de Tercera. Lo hizo con la fuerza que todos esperaban tras un verano de mucho movimiento, de refuerzos en el césped, de inversiones en los despachos y de una categoría que este curso, pese a la marcha de Unionistas y Salmantino, parece especialmente cara en su parte alta. De no haber ascendido los salmantinos hubiera sido un año imposible para muchos. Sin ambos, se abre de nuevo la terna. Y por encima de todos, el Astorga, líder por goleada. Bien es cierto que el curso comenzaba con las miras puestas en el Zamora de Carlos Tornadijo, un equipo reforzado hasta la extenuación en busca del ascenso y que cumplió en el campo del recién ascendido Júpiter Leonés B, pero es el equipo de Miguel Ángel Miñambres, el ex entrenador del Real Ávila, el primero en sacar colmillo. Seis goles (6-1) al Almazán –con 3 de Diego Peláez y 2 de Roberto Puente– son un primer aviso de que su plantilla, como se esperaba, está engrasada y acomplada.

Abrieron los maragatos la competición el sábado y respondieron el resto. Pocas veces se ha visto un comienzo así en el grupo VIII de Tercera, donde parece que este año los errores y los despistes pueden pagarse caro, si bien queda demasiada competición por delante. Llegarán los tropiezos, aunque no fue en el estreno.  Respondió el nuevo Cristo Atlético de Pablo Huerga como lo hizo la Arandina de Javier Álvarez de los Mozos. 3-0 ante el Bupolsa y 2-0 el Atlético Bembibre respectivamente. Cumplió el Zamora fuera de casa como lo hizo la Segoviana (1-2) ante un Briviesca que perdió pero mostró que pese a su condición de recién ascendido, el Municipal no será un campo sencillo. Ni siquiera para una Segoviana con cuerpo y alma de Segunda B pero que salvó los muebles de la mano de Anel. El abulense sigue siendo el corazón de los de La Albuera.

Y con todos ello un Real Ávila que supo solucionar su primer compromiso. Buen fútbol, buena propuesta pero aún falta de tino en el gol. Un penalti (1-0) servía para desatascar un choque que dominaron los encarnados desde la personalidad de Peli y Sergio Ramos o la mordiente de De Mesa y Rubén Ramiro.

Pudo colarse en la zona alta, como se ha colado el Santa Marta, la Cultural Deportiva Cebrereña. Mereció los tres puntos en El Mancho Ángel Sastre ante La Virgen del Camino, pero se quedó en empate (1-1). Le faltó el gol final, pero sigue encontrándose así misma un equipo para el que el mes de septiembre siempre es clave en su preparación. Forma parte de la adaptación del equipo a la Tercera División.