Cir&CO deja buenas sensaciones en los palacios

M.R
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El de Caprotti acogió este sábado el desternillante espectáculo de los Hermanos Saquetti y el de Bracamonte hizo lo propio con las acrobacias de Circ Pistolet

Nunca una fregona dio tanto juego ni despertó tantas risas, tampoco una simple escalera había dado ranto de sí sobre el escenario. Los Hermanos Saquetti, dos payasos clásicos en la concepción del espectáculo que han ofrecido este sábado en el Palacio Caprotti, lograron meterse al público en el bolsillo casi desde el primer minuto. Su oficio, su ingenio y su enorme capacidad para conectar con los asistentes, tuvo como resultado las risas constantes, que se convirtieron en unánimes carcajadas a medida que avanzaba un espectáculo en el que no faltaron ni las narices ni los zapatos de payaso, símbolos del circo clásico, que fue reivindicado y muy bien ejecutado por los extremeños Hermanos Saquetti, en cuyo número final demostraron que lo bueno es la antesala de lo excelente. La entrega del público y su conexión absoluta con ambos artistas fue la mejor prueba. Éste era, además, uno de los espectáculos accesibles de Cir&CO, por lo que una intérprete de lengua de signos acercó cada ocurrencia de los payasos al público con discapacidad auditiva que había en la sala.

A la misma hora, dos componentes de Circ Pistolet ponían en escena en el Palacio Bracamonte el espectáculo de circo acrobático 'Cuando no tocabamos con los pies en el suelo', una muy buena descripción de hasta qué punto dos buenos acróbatas no necesitan más que unos pocos elementos de madera para estar permanentemente en el aire o ejecutando movimientos imposibles para cualquiera. Prodigio de fuerza y de trabajo incansable por parte de ambos artistas, que recrearon la infancia en un espectáculo emocionante y admirable a partes iguales.