Rosa Díez se aferra al cargo

Agencias
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La presidenta de UPyD hace oídos sordos a quienes pedían su dimisión y retrasa la solución de la crisis hasta después de los comicios locales, en el marco de un Congreso Extraordinario

 
Incertidumbre. Esa es la palabra  que define actualmente la situación política en el seno de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) tras el anunció ayer de su portavoz nacional, Rosa Díez, de no querer aclarar cuál será su futuro hasta después de las elecciones autonómicas y municipales del mes de mayo. Será entonces cuando la formación celebre un Congreso Extraordinario para «estar preparados» para los comicios generales de finales de año. Además, respaldó que el diputado Toni Cantó, muy crítico con la dirección, siga siendo el candidato magenta a la Comunidad Valenciana. 
Rosa Díez compareció brevemente ante los medios tras un convulso Consejo Político de siete horas en el que consiguió el respaldo, 82 votos a favor frente a 38 en contra y dos abstenciones, a su propuesta para posponer hasta el Congreso Extraordinario «todos los cambios que sean necesarios», así como el rechazo a un acuerdo preelectoral con Ciudadanos. 
Ahora, indicó que el partido tiene que estar unido para las municipales y autonómicas. «No me voy a distraer ni medio minuto», subrayó sobre el debate interno y las críticas de muchos dirigentes de la formación, como Toni Cantó, Irene Lozano y Álvaro Anchuelo. 
En este sentido, celebró el debate «crítico» y con «completa libertad» al que se ha sometido UPyD y dejó claro que no pedirá a los diputados díscolos que dejen el escaño. «Somos un partido en el que no hace falta crear corrientes para defender dentro de los órganos del partido las cuestiones en las que uno cree». 
De la misma forma, respaldó a Toni Cantó como candidato en la Comunidad Valenciana, le definió como «un demócrata» y mostró su convicción de que «seguirá trabajando para defender las ideas de UPyD». «Se ha presentado a las primarias y es el candidato de todos compañeros de Valencia, estaría bueno», enfatizó. 
Además, celebró que todos los miembros del Consejo Político abogaran por buscar soluciones para «resolver los problemas» de los ciudadanos y subrayó la necesidad de UPyD en el panorama español. Así, reconoció que es necesario «cambiar muchas cosas», pero «sin renunciar nunca a ser un partido autónomo» y reivindicó la «esencia y los valores» de UPyD.
Díez se mostró así dispuesta a hacer «todos los cambios necesarios» salvo que UPyD «pierda su autonomía» y siga siendo un partido «que decide libremente qué hace y cómo lo hace». Y por ello, insistió en que la opción de alcanzar pactos preelectorales con Ciudadanos está descartada. 
 
REFLEXIÓN SOBRE EL FUTURO. Por su parte, el diputado de UPyD Toni Cantó afirmó que, «por ahora», no se ha planteado abandonar la formación magenta aunque va a dedicar unas horas a reflexionar sobre su futuro, después de que el Consejo Político haya respaldado a la actual dirección. 
«Hemos perdido los que considerábamos que era necesario hacer un cambio en profundidad en el partido», señaló el también candidato a la Presidencia de la Generalitat valenciana, insistiendo en que en «cualquier empresa» que hubiera obtenido esos resultado se «llevaría a cabo una asunción de responsabilidades». 
A raíz de la celebración de los comicios andaluces en los que UPyD no obtuvo ningún escaño, algunos dirigentes solicitaron a la dirección la asunción de responsabilidad por los malos resultados. 
Cantó indicó estar «triste» tras las conclusiones del Consejo y no quiso hablar más sobre este asunto porque le «preocupa la situación de la formación».  «Ha sido un día intenso y difícil», concluyó.
Sin embargo, Rosa Díez no desveló si aspirará a seguir al frente del partido en el Congreso Extraordinario. Así, su número dos, Andrés Herzog, se postuló para asumir el liderazgo si los afiliados así lo respaldan, aunque compartió que ahora no es el momento y debe hacerse después de las municipales y autonómicas. 
También admitió que el partido no ha sido capaz de transmitir que, más allá de su portavoz, Rosa Díez, cuenta con «un equipo preparado» de personas «comprometidas con el proyecto». «Los problemas y defectos de funcionamiento, comunicación, imagen y táctica pueden y deben resolverse, pero sin sacrificar nuestros objetivos», defendió.