Felicitación a la Santa con 1.500 minutos de actos

Eduardo Cantalapiedra
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Gotarrendura se volcó con la celebración del V Centenario y reivindicó el nacimiento de Santa Teresa en esta localidad

Los vecinos de Gotarrendura se volcaron este sábado con las celebraciones del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús que, como apuntó su alcalde, Fernando Martín, llevaban preparando «desde hace más de diez años, cuando nadie se acordaba de ello». Un total de 1.500 minutos de actos ininterrumpidos que comenzaron a las cinco y media de la mañana, hora en la que, según un escrito del padre, Alonso Sánchez de Cepeda, se produjo el nacimiento de Teresa de Cepeda y Ahumada, sirvieron para honrar el recuerdo de la que en esta localidad se considera su paisana más ilustre, pues llevan años reivindicando que el nacimiento de la Santa andariega tuvo lugar en este municipio.

Así, la programación arrancó de madrugada con un recital de cuna, una lectura continuada en el Palomar de Santa Teresa durante 250 minutos, que dio paso a la diana floreada por las calles de la localidad a cargo del grupo local de dulzaina y tamboril Aires de la Moraña, y a la eucaristía en la iglesia parroquial.

Ya en la plaza del Ayuntamiento, en torno a las once de la mañana se daba cita un buen número de vecinos para disfrutar con una evocación de la historia de la Santa y de su obra, a través de uno de sus poemas más significativos «Vuestra soy, para vos nací, ¿qué mandáis hacer de mí?» Varios vecinos fueron uno a uno saliendo a escena para recordar a Santa Teresa a través de las doce letras de Gotarrendura, enlazadas con música  y bailes tradicionales.

Su autora, María Luisa López, explicó a este periódico que llevaba desde octubre trabajando con esta localidad y el pareció que «para este día había que hacer algo especial». Así, se le ocurrió acudir a los recuerdos de la Santa a través de las letras que componen el nombre del pueblo, y no dudó en incluir como epílogo unas palabras del padre Efrén de la Madre de Dios, que «sufrió mucho por defender que Santa Teresa de Jesús había nacido en Gotarrendura» y que decían «El lugar feliz de su nacimiento hubo de ser, según parece, la riente aldea de Gotarrendura».

Pero las sorpresa de este gran día no acabaron ahí, pues acto seguido una joven Teresa de Jesús acompañada por el alcalde, Fernando Martín, descubrió una placa conmemorativa situada en la fachada del Ayuntamiento que reza «V Centenario del nacimiento de Teresa de Ahumada, Santa Teresa», junto a las palabras de su padre en las que anunciaba su nacimiento: «El miércoles veinte e ocho del mes de marzo de mil quinientos e quince, nasció Teresa mi hija, a las cinco de la mañana, media hora más o menos, que fue el dicho día miércoles, casi amaneciendo».

Y de nuevo la música volvió a cobrar protagonismo de la mano de Aires de la Moraña y del grupo de jotas de San Nicolás, que deleitó a los presentes con varias danzas tradicionales de la tierra, mientras los pequeños disfrutaban con una gymkana ‘Tras los pasos de Teresa’.  

Fue tras esta actuación cuando llegó otro de los momentos más singulares de esta celebración, la preparación de una gran tarta de 50 metros «humilde, como la que preparaban nuestras abuelas», señaló el alcalde, a base de galletas y chocolate. «Se ha preparado en 120 bandejas de 42 centímetros, gracias a galletas Gullón, que ha subvencionado parte del producto, para que las cubra un cocinero y soplemos las velas junto a la estatua de Santa Teresa, explicó Fernando Martín.

Una gran paella de la cual se sirvieron 500 raciones, dio paso a una ofrenda a Santa Teresa de alimentos no perecederos con destino al Banco de Alimentos, tras la cual se plantaron unas viñas de titularidad municipal en recuerdo a la abuela de la Santa, Teresa de las Cuevas, que unas tierras con sus viñas.

Y como colofón a esta celebración del 500 cumpleaños de Teresa de Jesús, se celebró el recital ‘Esa castellana vieja y recia de nombre Teresa’ a cargo de la periodista Paloma Gómez Borrero, tras el cual la fiesta se extendió a la juventud de Gotarrendura, con un concierto del grupo Gotelé y con un baile con orquesta que se prolongó hasta las cinco y media de la madrugada del domingo, para completar esa 25 horas ininterrumpidas de actos para celebrar el cumpleaños de esta mística universal.