Diálogo de amor ardiente

Eduardo Cantalapiedra
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Amancio Prada cautivó al público abulense con su recital 'La voz descalza', en el que fue desgranando poemas musicados de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz como si de la unión de dos velas de cera se tratara

Amancio Prada cautivó una vez más al público de Ávila que se dio cita en el Lienzo Norte con su «diálogo de amor ardiente» entre los dos grandes místicos abulenses, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, a través de sus poesías. Un recital que, bajo el título ‘La voz descalza’, se estrenaba mundialmente en esta ciudad, y con el que el cantautor leonés rinde su particular homenaje a la Santa andariega en el V Centenario de su  nacimiento.

El concierto, en el que Prada pone música a poemas como Nada te turbe, Donde no hay amor, pon amor, Ya toda me entregué y dí, Llama de amor viva o En una noche oscura, entre otros muchos, estableció así un diálogo entre estos dos místicos universales, intercalando poemas de ambos de manera ininterrumpida hasta lograr su unión como si de dos velas de cera se tratara.

El propio cantante leonés reconocía hace algunas semanas que este recital le había llegado de la mano de San Juan de la Cruz, y que su preparación le había permitido acercarse de nuevo a la obra de los místicos, a través de la poesía de Santa Teresa de Jesús, estableciendo así «un diálogo entre dos llamas de amor vivas». Así fue desgranando uno tras otro esos poemas musicalizados de los místicos con un estilo inconfundible que ha hecho del leonés una de las grandes figuras del panorama musical nacional. Y todos ellos presentados como el propio título del recital decía, de forma descalza, sin artificio alguno y simplemente acompañado de su inseparable guitarra y la luz de dos velas.

Con este concierto, que pasaba por ser una de las grandes citas culturales impulsadas por la Junta de Castilla y León para el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, se cerraba un día muy especial para la ciudad, en el que los actos religiosos, culturales y populares se fundieron en un gran abrazo a la Santa en el día de su 500 cumpleaños.