La andariega vuelve al camino

diariodeavila.es
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Ávila vivió una emocionante jornada en la que la imagen de Santa Teresa y el que fue su bastón regresarón a San José, su primera fundación. También se reencontraron con la Virgen de la Caridad

Una de las características que define a Santa Teresa es su papel como andariega, aquella monja que, bastón en mano, recorrió caminos y caminos para realizar unas fundaciones que supondrían la reforma de la Orden del Carmelo. Ahora, el mismo día en el que festeja el 500 aniversario de su nacimiento, Santa Teresa volvió al camino y lo hizo a través de una de sus imágenes más conocidas, la talla de Gregorio Fernández que se guarda en su casa natal, la iglesia de La Santa.

Sin duda el 28 de marzo fue una jornada de salir a la calle y poder ser parte de una de las procesiones que llenaron la jornada y que, probablemente, pasarán a la historia. Uno de los momentos más emocionantes se vivió con la vuelta de la Santa a San José, la que fuera la primera de sus fundaciones.

Allí se reunió con el bastón que la acompañó en sus caminos, aquel que en los últimos meses ha recorrido los cinco continentes y que volvía a Ávila para este Centenario. Ambos se pusieron frente al altar de San José donde además estuvieron acompañados de once niños vestidos de carmelitas (sus ropas las habían cosido las mismas religiosas de San José) y que además lanzaron pétalos de flores a la salida de la imagen.

Antes, el padre Antonio González, secretario del Carmelo para el V Centenario, leía un fragmento del Libro de la Vida, en presencia del capellán de San José, Eliseo García, que también se unió a las felicitaciones a Santa Teresa en su nombre y en el de la comunidad religiosa. Una comunidad que además aprovechó para escribir un poema a su fundadora, unos sentidos versos en los que decían frases como «Fundas conventos de monjas santas y, con la fuerza de un huracán revolucionas la faz del mundo y haces que arda como un volcán» u «Hoy tus hijas ven extendida por todo el mundo tu inmensa llama no pueden menos que agradecértelo mezclando a un tiempo rubor y lágrimas».

Las palabras de las religiosas fueron leídas por Sonsoles Sánchez–Reyes, teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Ávila, y estuvieron seguidas de una breve oración en la que también estuvo presente el prior de La Santa, David Jiménez y el provincial carmelita, Miguel Márquez. Entonces se preparó la imagen de Santa Teresa y su bastón para comenzar la procesión de la tarde dentro de una comitiva en la que fueron muchas las personas que se acercaron a tocar el báculo, protegido por cristales, contando con la generosidad de los carmelitas que permitieron que durante el recorrido fuera portado por quienes lo desearon.

La salida desde San José sirvió también para poner a la imagen de Santa Teresa frente el convento, momento en el que las religiosas, en este momento 20 en clausura y la mayoría menores de 40 años, aprovecharon a saludar a su madre fundadora.

A partir de ese momento, y tras escuchar el cumpleaños feliz que se entonó para la ocasión, comenzó la comitiva que debía encaminarse hacia su primera parada, la Catedral de Ávila. En el principal templo de la ciudad la esperaba la Virgen de la Caridad, la misma imagen a la que Santa Teresa siendo niña se encomendó tras la muerte de su madre.

En esta ocasión estaba acompañada por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, que leyó el fragmento del Libro de la Vida que precisamente recuerda el momento en el que La Santa, entonces una niña, se volvió hacia la Virgen. Un «momento emocionante», dijo el obispo, que pudo ser testigo junto al resto de los presentes de cómo la talla de Santa Teresa volvía a acercarse a la Virgen de la Caridad, una obra que forma parte de la exposición de Las Edades del Hombre que en estos momentos se desarrolla en Ávila y Alba de Tormes y que excepcionalmente se traslado desde la muestra para participar en los actos del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa.

El paso por la Catedral fue solo un alto en el camino, pues la comitiva tenía como destino volver a la iglesia de La Santa, lugar donde han de permanecer la imagen de Santa Teresa y su bastón, aunque este último empezará en abril un camino por diferentes puntos de España, especialmente por las fundaciones teresianas.

La procesión de la tarde fue seguida por numerosos abulenses que pudieron contemplarla en diferentes puntos de la ciudad, aunque fue su salida cuando hubo una mayor congregación.

 

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