Los enigmas de Gaudí

JAVIER G. BAZAGA (SPC)
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Daniel Sánchez Pardo presenta su nueva novela, 'G', en la que invita a conocer al genio menos conocido, en una historia de intrigas y conspiraciones en la Barcelona de 1874

 
Todos conocen la figura de Antoni Gaudí a través de sus obras y monumentos. Pero apenas se sabe de él de la época de juventud, en la que forjó la personalidad que le convertiría en el genio que ideó el Palacio Güell o la Sagrada Familia. Ese joven que se formó en la Escuela de Arquitectura de la Lonja de la Barcelona de 1874, año de la restauración borbónica y época convulsa en la que reinaban los aires de cambio y una atmósfera de modernización y creatividad.
Descubrir a este personaje es la propuesta que hace el escritor Daniel Sánchez Pardo en su nueva novela. G invita a pasear por aquella Barcelona «de callejones oscuros y de casas señoriales» de la mano del Gaudí inquieto, inteligente y visionario. Un Gaudí «muy distinto del que conocemos hoy» con una capacidad sorprendentemente observadora.
La historia está narrada por Gabriel Camarasa, un chico recién llegado del exilio en Londres a donde su familia se tuvo que marchar cuando estalló la revolución de 1868, La Gloriosa, que expulsó a Isabel II del trono de España. A través de su mirada descubre la Barcelona de la época en la que conoce a ese Gaudí de 21 años ya en su segundo año de Arquitectura, pero lejos aún de lo que llegaría a ser. «Lo más interesante es que la novela habla del Gaudí más desconocido», confiesa Sánchez Pardo a este diario, quien decidió hacerlo protagonista de la obra «por lo poco que sabemos de él, y que lo muestra tan distinto de lo que luego será».
El pasado miércoles tuvo lugar en Barcelona la presentación en España de esta novela que triunfó en la pasada edición de la Feria del Libro de Fránkfurt, con un éxito con el que el autor se ha mostrado «muy sorprendido», según reveló. Y no es para menos, ya que la obra se editará en 25 países con una tirada total de 75.000 ejemplares, lo que supone «un verdadero éxito», aclaran desde la editorial Planeta, sello que avala la obra.
El propio autor reconoce que la figura de Antoni Gaudí ha tenido mucho que ver en esa buena acogida, así como el hecho de desarrollarse en una ciudad conocida y admirada en otros países. En el caso de Dinamarca se ha modificado el título añadiendo a la G de la edición en castellano Las Ramblas en llamas para situar la acción. Según la responsable danesa, a ellos les enganchó «el contexto, los personajes y la historia», mientras que Giulia Fossati, representante de la edición italiana, reconoce una «escritura con mucha fuerza» en una historia de intriga y misterio.
Daniel Sánchez se vio atraído, apenas con 12 años, por el Londres victoriano que reflejó Conan Doyle en sus relatos. Concretamente la obra El sabueso de los Baskerville donde Sherlock Holmes y el doctor Watson «lo cambiaron todo para siempre». Precisamente los personajes de su historia, los jóvenes Gaudí y Camarasa se verán envueltos en una trama de misterio que les hará descender a los bajos fondos de aquella Barcelona para resolver el enigma de una serie de asesinatos que acaban llevando a la cárcel al padre Gabriel, dueño del sensacionalista Las Noticias ilustradas.
Sánchez no oculta aquí el paralelismo entre las indagaciones y conclusiones del joven Gaudí con las pesquisas de aquel Holmes 
 
DEL LIBERTINO AL ASCETA. Mientras, los protagonistas viven y exprimen una ciudad bulliciosa, llena de encantos y también enigmas entre los que se encuentra la dudosa forma de ganarse un dinero el propio Gaudí, aficionado a los brebajes de hierbas en torno a los que corre la leyenda de ser los responsables de la explosión de creatividad; o sus horas invertidas en la entonces casa de comidas Las 7 Puertas junto al puerto.
Completa la obra, el desconcertante personaje femenino que encarna a la hija del director del periódico. Tan solo Gaudí, su hermano, Barcelona y el marco histórico -Sánchez se documentó durante más de un año para evitar errores historiográficos-, son reales en esta historia de ficción en la que se intenta explicar el misterio que supone a su vez la evolución de Antoni Gaudí a lo largo de su vida, con una creatividad que eclosiona tras conocer al conde Eusebi Güell en la Exposición Internacional de París de 1878, y que sacaría lo mejor de su ingenio, hasta aquel Gaudí encerrado en sí mismo y dedicado en exceso a su trabajo, para acabar muriendo prácticamente solo y sin recursos, un Gaudí casi asceta.