Mucho ruido y pocos goles

SPC
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El Mundial de Rusia recordará a Neymar más por la teatralidad de sus actos en las faltas recibidas que por sus regates y tantos, que brillaron por su ausencia

Con más ruido que juego, Neymar se despidió del que debía ser su Mundial por la puerta de atrás, convertido en objeto de burla por sus simulaciones, protagonista permanente del debate entre quienes consideran que hay que protegerle y los que lo ven como un mal ejemplo. La imagen que quedará de Neymar en Rusia no es un regate, ni algún gol. Su foto fija es la de un jugador tirado sobre el césped, con ostensibles gestos de dolor. Porque Neymar abandona Rusia sin haber cumplido su propósito de asaltar el trono de Messi y Ronaldo. Peor aún, ha perdido caché por su constante exposición en los medios y las redes sociales, por sus polémicas con rivales o exjugadores. No ha habido ningún día en el Mundial en el que no se debatiese sobre el juego del atacante de la ‘Canarinha’. Primero, por las dudas que dejaba su estado de forma. Luego, por las quejas que provocaba cada vez que se retorcía sobre el césped tras recibir una entrada. Sus defensores pueden aportar números. Objeto de 26 faltas sancionadas en cinco partidos, no ha habido un jugador que haya sufrido más entradas punibles.