Con la seriedad propia de quien se ha embarcado en un proyecto complicado, en el que se está jugando mucho, desde su propia imagen y currículo a la pervivencia de un club histórico, como es el Real Ávila, que encuentra más de las veces las puertas cerradas de una sociedad abulense aún reacia a poner de su parte hacia un club que se salvó sobre la campana pero que no está dispuesto a renunciar «a nada». Porque la misma «seriedad» con la que Juan Francisco Rodríguez ‘Juanito’, director gerente delReal Ávila, trabaja es la misma que reclama a un grupo de trabajo donde, desde el primer momento, pone por delante a Javier Pindado como el verdadero «culpable» de que el equipo de fútbol de la capital siga vivo. «Si hay un culpable de que el equipo esté vivo, al menos un año más, es Pindado». Era una de las primeras reflexiones que lanzaba ante los micrófonos de La Jornada de La 8 de Ávila a los que acudía como el primer invitado del programa que dirige Teresa Herráez en esta nueva temporada.
Y arrancó la temporada de la mano de una de las personas encargadas de reflotar un proyecto que aún mira a la resolución del famoso concurso de acreedores –el convenio aún no está firmado pero ya se maneja un escenario especialmente atractivo con una quita cercana al 70 por ciento, tres años de cadencia y un total de 10 años para abordar una deuda que podría rondar los 140.000 euros– pero sobre todo a la importancia de colocar el Ávila de nuevo en manos de la sociedad abulense. Porque si por lo pronto Juan Rodríguez reconoce que en estos meses se ha llevado «alguna sorpresa» en lo económico, en lo deportivo e institucional ha sido mayor. «Me choca no ver a nadie con la camiseta del Real Ávila».
Es por ello que desde los despachos del club tienen claro que «es el momento de insistir, se seguir llamando a las puertas, incluso a las que nos han cerrado, para tratar de que la gente de Ávila vaya al fútbol, de inculcar entre los niños ese sentimiento de pertenencia al club». Y en ello están. Por lo pronto el número de socios ya ha crecido hasta el medio millar y se van a poner en breve medidas «para que ir a los partidos sea algo más que 90 minutos de fútbol». Porque se necesita más apoyo social, más trabajo, «y los días se quedan cortos con la intensidad que lo llevamos».
Y es que son semanas de mucho ‘curro’, de llamar «puerta por puerta», de volcarse «al cien por cien» en un proyecto en el que desembarcaba este verano «con el objetivo de que tenga un futuro más viable, gestionando sobre todo lo económico, y buscando que en lo deportivo sea un año tranquilo». Si en lo económico anuncia que «se puede decir que en un futuro será un club saneado, que posiblemente a fin de año tenga superávit y una deuda cerrada», en lo institucional queda por delante –15 de noviembre– una Junta General de Accionistas donde se aprobarán las cuentas, se cesarán los antiguos administradores y se nombrarán nuevos. En el aire quién podría ser el nuevo presidente y el futuro propietario del mismo. «Hay un contrato firmado en el que existe una opción con la que el patrocinador oficial –Miguel ÁngelRamírez, propietario de Seguridad Integral Canaria y Ralons Servicios– tiene la posibilidad de quedarse con el club y tiene un plazo» para ejecutarlo.
Descartado por su boca que la idea sea sanear el equipo y ‘dar la espantada’, Juan Rodríguez reconoce que lo deportivo «ayudaría» a que el proyecto continuara. Y en este punto es el momento de plantear objetivos deportivos. «Cuando planteamos al inicio salir a competir, apenas 24 horas antes del partido de liga, el primer objetivo era empezar a andar. Una vez que sabemos andar lo siguiente es aprender a correr para poder llegar a una situación donde el equipo pase un tiempo estable en la clasificación y sin renunciar a nada. Queremos jugar los playoffs, y queremos ser primeros, pero sabemos que la realidad nuestra es ir paso a paso. Lo vamos a pelear, lo vamos a luchar, y se lo vamos a exigir a los jugadores, al cuerpo técnico y al club.El caso es que cuando llegue el momento peleemos como el que más sin renunciar a nada».
Se le notan sus raíces atléticas. «Hay que ir partido a partido» comenta teniendo claro que «ese espíritu del que hace gala el Atlético es el que tenemos que tener nosotros» pide a una plantilla en la que quiso dejar claro que no hay más jugadores abulenses «porque es lo que tiene hacer una plantilla con las urgencias con las que se hizo ésta».Y si bien apunta que se contactó con algunos que sin estar jugando en sus nuevos equipos , «no quisieron decir», está muy satisfecho con los suyos «porque tienen margen de mejora, tiene mimbres, tienen ganas, ilusión, aunque les falte experiencia».