El ‘run-run’ ya se nota en el estómago. Son los nervios propios de quien ha trabajado duro durante toda una temporada para esto. Llegó el momento para el Colegios Diocesanos Aqualina. «El ahora ha llegado, y aunque no será definitivo, será un partido muy importante». Los colegiales se desplazarán este domingo a tierras leonesas para medirse al Puente Castro a partir de las 12,15 horas. Llega el día fijado en rojo desde hace tiempo. Un partido con sabor a ascenso, con sabor a la División de Honor, una categoría que desde hace cerca de dos décadas no alcanzaba el fútbol abulense y ya toca con sus dedos el equipo de Alberto Fernández Somoza.
Después de una temporada en la que los abulenses han hecho del liderato su posición natural, pese a que el curso empezaba con las permanencia como objetivo, el Colegios Diocesanos Aqualia llega a las últimas tres jornadas de temporada mejor, incluso, de lo que se había propuesto cuando enfocaba un tramo de calendario en el que le esperaban Ponferradina, Munibar Pizarrales yReal Valladolid B antes de la visita a los leoneses. Entonces se proponía alcanzar esta salida con un colchón de puntos que le permitiera cierto margen de maniobra. Ahora se desplazará a León con cinco puntos de ventaja sobre el Santa Marta, segundo, y seis sobre el Puente Castro. Una ventaja con la que «pase lo que pase en León, seguiremos líderes y dependiendo de nosotros, que es lo más importante» habla Alberto Fernández Somoza, entrenador de los colegiales.
Hay algo seguro de esta jornada, el Colegios Diocesanos volverá líder de León, pero podría volver con el ascenso en sus manos. Porque si los abulenses se imponen al Puente Castro y el Santa Marta pierde ante el Parquesol, el equipo abulense sería ya campeón. No es el escenario en el que piensa Alberto Fernández Somoza. «Nosotros lo que tenemos que hacer es mirar al partido, y aunque sea difícil, olvidar la clasificación, evitar que la ansiedad nos pueda, porque si nos ganan los nervios, la liaremos».
Campo pequeño, de hierba natural… «Da lo mismo, nosotros no debemos perder de vista la línea que nos ha llevado a donde estamos. Será un partido intenso, de choque, de saber competir, pero no vamos a renunciar a nuestro juego» pide el técnico colegial a los suyos. «Es el momento de tener la cabeza fría» indica recordando el último de los duelos ante el Real Valladolid B.
Hay algo que está claro, «la impaciencia y la intranquilidad no deben ser cosas nuestras, sino del rival».Es uno de los mensajes en los que se ha estado trabajando durante estos días –el pasado fin de semana no hubo jornada– para preparar el partido. Después de una larga temporada «toca rematarlo». Y el Diocesanos lo tiene en sus manos.