Magia que llena

Mayte Rodríguez
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Unas 3.000 personas disfrutaron de Magicomedy, el espectáculo de clausura de Ávila Mágica, que logró llenar de vida el centro histórico en una noche agradable en la que triunfaron todas las propuestas de ocio

Uno de los espectáculos de Ávila Mágica - Foto: David Castro

De la mano de Ávila Mágica, el centro histórico de la ciudad acabó convirtiéndose en la noche del sábado en escenario de disfrute para los cientos de personas que se animaron a recorrerlo asistiendo a alguna de las muchas actividades lúdicas que proponía el programa de esta segunda edición de un evento que parece tener un público fiel y entregado. La amenaza de lluvia de la tarde dio paso a una noche de temperatura agradable que invitaba a pasear por la calle, a hacer turismo en  monumentos abiertos para la ocasión en horario nocturno -el Convento de clausura de Nuestra Señora de Gracia, por primera vez-; a escuchar música en directo en espacios en los que habitualmente reina el silencio -los palacios de Superunda y Los Verdugo- o a asistir boquiabiertos a alguno de los espectáculos de magia en la calle que sorprendían a muchos viandantes en distintos puntos de una ciudad cuyo casco histórico anoche estaba repleto, animado y animoso.

Poco después de las diez y cuarto de la noche daba comienzo en el escenario del Atrio de San Vicente la gala de clausura de Ávila Mágica, denominada Magicomedy, que atrajo a unos 3.000 espectadores, según comentó a lo largo del espectáculo el mago Alberto de Figueiredo, auténtico protagonista de la misma junto al público, con el que fue interactuando y al que, además de sorprender una y otra vez con los distintos números de magia, por encima de todo hizo reír.

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