El traje de rabo del concejo de El Barraco (El Barraco y San Juan de la Nava) es el traje más singular y más arcaico que nos ha quedado en la provincia de Ávila y que corresponde con las modas del siglo XVIII que quedaron vinculadas al antiguo concejo de El Barraco (El Barraco y San Juan de la Nava). De hecho «es el traje más arcaico e hierático que tenemos en la provincia de Ávila», destacó el estudioso de la indumentaria tradicional, Carlos del Peso Taranco, que lleva más de veinte años estudiando la indumentaria tradicional de la provincia de Ávila. Ayer precisamente el Ayuntamiento de El Barraco organizó la II Jornada del Vestir Serrano abulense, que se celebró en el Salón de Plenos del consistorio barraqueño. En el transcurso del mismo Carlos del Peso dio a conocer el estudio sobre la indumentaria serrana abulense titulado ‘El avío serrano avilés: el  traje de rabo’, fruto de más de 20 años de análisis de documentos y trabajo de campo que ha llevado a cabo este investigador abulense. Del Peso destacó que este traje no tiene nada que envidiar a la indumentaria más singular de la península Ibérica como puede ser  las de la Alberca, en Salamanca, o la de los maragatos en León, la de Zamora, la lagartera, en Toledo o la de los valles pirenaicos. Las piezas que se conservan se han ido guardando por las familias barraqueñas de generación en generación, como memoria viva de su uso. Ayer, precisamente, en este acto  muchas familias barraqueñas presentaron diversas partes de esta indumentaria tradicional.

Esta vestimenta tradicional como la conocemos se pierde a principios del siglo XX, con el abaratamiento de los materiales, porque se empieza a fabricar de forma industrial y se comienza a globalizar también la moda. «A partir de ese momento en todos los sitios, tanto en París, como en Berlín, como en Madrid y El Barraco se visten igual. Es el momento en el que se pierde la indumentaria tradicional, la que había surgido en los siglos XVIII y XIX». 

 Para Carlos del Peso la indumentaria tradicional que hoy se saca a la calle «es un mero disfraz». Sostiene el investigador que se han perdido elementos, adornos y materiales. «Se hacen piezas que no tienen nada que ver con la tradición antigua de la indumentaria serrana, que por tradición nos ha quedado». De ahí que se hayan planteado estas jornadas para «dar visibilidad a todo el patrimonio antiguo que tienen los vecinos en sus casas y que muchas veces nada tiene que ver con lo nuevo».

Hasta el momento estas jornada se han desarrollado en Navalmoral de la Sierra, en el año 2015, y en El Barraco, la segunda. Se pretende que durante este año  prosiga su realización en otras localidades serranas como Hoyocasero, Navalacruz, Serranillos y Pedro Bernardo.

Sobre los distintos trajes de  los municipios de la provincia, Carlos del Peso destacó que todos ellos disponen de unas formas muy características, pero que cada localidad tiene su propia peculiaridad:una forma concreta de adornar sus piezas e incluso al vestirlas o llevarlas. De modo que estas peculiaridades eran lo que identificaban a las mujeres y a los hombres cuando iban al mercado. «Las de Navalacruz llevaban las  mantillas de ruaja, el manteo blanco las de Navalmoral o las mantillas de rabo, las de El Barraco», destacó el investigador.