«Las cosas saldrán mejor si todos sumamos, nos necesitamos unos a otros»

A.S.G.
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David Rueda, director general del Real Ávila, se muestra «sorprendido» por las críticas desatadas tras la derrota ante el Unami

David Rueda, director general del Real Ávila - Foto: David Castro

• Con un número cercano a los 350 socios, desde el club reconocen que la cifra sigue siendo pequeña para empresas mayores. «Con ese número apenas nos da para mantener la categoría».

Si una palabra tuviera que definir la postura de la directiva del Real Ávila tanto con el equipo como con el trabajo que hasta la fecha está desarrollando Borja Jiménez es «confianza». «Tenemos plena confianza en poder retornar a la senda del triunfo y que, a final de la primera vuelta, estemos donde queremos estar». Es una de las muchas sensaciones que transmite David Rueda, director general del Real Ávila, en un momento en el que la derrota del equipo ante el Unami (2-1) ha desatado desde muchos sectores las críticas hacia un equipo confeccionado para pelear incluso por el campeonato pero que abordará el derbi ante la Cultural Deportiva Cebrereña en séptima posición, a cuatro puntos del playoff y nueve del liderato. Peores números que cuando el club optó por destituir a Kiko Sánchez, entonces quinto, a un punto del playoff y siete del liderato. Sin embargo no es ahora cuando David Rueda cree que haya que rendir cuentas, sino a final de temporada, un momento en el que confía llegar de la mano de Borja Jiménez, al que no entiende necesario tener que ratificar. «Ni cuando se ganaron los dos partidos –ante el Becerril o Lermeño– se le felicitó ni ahora que se ha perdido entendemos que haya que ratificarle» deja claro Rueda. «Ni hay que ratificarle ni lo contrario. En estos momentos es el actual técnico y la idea es que lo sea hasta el final», si bien el director general del Real Ávila es consciente de que «en el fútbol no podemos ir más allá» del próximo partido, en este caso el derbi, un  encuentro en el que espera que «lo del Unami quede en un mal día».  

Un derbi en el que el club ha recibido con cierta sorpresa las numerosas críticas que se han producido por la declaración del encuentro como Medio día de ayuda al club. «No es algo nuevo, ni que se haga para fastidiar a nadie, sino que es algo que se tenía pensado desde el inicio de la temporada» corrobora David Rueda ante unos planes que pasaban por decretar dicha condición en los encuentros ante la Cebrereña y la Segoviana.

Y es que la semana se ha movido entre polémicas entorno al equipo encarnado. Si han llovido las críticas por la declaración de Medio día de ayuda al club, no han sido menores por la derrota del pasado domingo. «Me sorprenden las críticas que se han desatado por un pinchazo» señala Rueda, que deja claro que «no rechazo la crítica constructiva». Todo lo contrario, lo ve como algo que forma parte del fútbol y que ya ha vivido en otras ocasiones. «Como en otras situaciones siempre tienes gente a favor y gente en contra. Ya nos ocurrió con José Luis Diezma el año pasado o con Kiko Sánchez. A veces en el fútbol tras una derrota te piden echar a todo el mundo». Sabe que es preciso convivir con ello. «No es una cuestión de pedir paciencia, tranquilidad, o que no se preocupen. Es una cuestión de confiar en un buen equipo y en el que las cosas saldrán mejor a medida que todos sumen».

Sumar, eso es lo que reclama David Rueda. «Cuando se apoya, cuando se arrima, cuando se rema todos en la misma dirección las cosas salen.Nos necesitamos los unos a los otros, sin que ello quiera decir que no se puedan hacer críticas constructivas cuando las cosas no salen» señala después de una derrota ante el Unami «con la que no contábamos después de dos victorias y un empate ante el Valladolid B en el que se hicieron bien las cosas».

Una derrota que no entraba en los pronósticos. «Fue un mal partido, en el que las cosas no se hicieron bien, pero ha sido una derrota en cuatro partidos, vamos a tener confianza en el equipo y en que retornaremos a la senda del triunfo».

Un equipo en el que si el pasado lunes Pindado, en La Jornada de La 8 de Ávila, dejaba claro que el vestuario era una piña y no estaba dividido, en este caso era David Rueda el que confirmaba dicha postura. «O lo disimulan muy bien o las sensaciones son de unidad. El ambiente es muy bueno, y eso va a ayudar para dar la vuelta a la situación».

Una situación que al menos en lo económico sigue inmersa en un mar de dudas.   «Se está trabajando mucho, pero las cosas están complicadas a nivel económico y cuesta mucho» encontrar los apoyos que un club como el Real Ávila necesitaría. Porque en estos momentos el número de socios apenas alcanza los 350, un número «para mantenernos de categoría y no bajar», pero no para afrontar un ascenso. Cifras que sorprenden a los dirigentes del club después de un verano «en el que se hizo una apuesta fuerte por este equipo, en el que se bajaron los precios de los abonos, en el que el equipo generó un ambiente positivo y optimista, pero al final somos los mismos» lamenta Rueda, para el que «hay unos 400 aficionados que quieren mucho al equipo, pero es un grupo muy pequeño, y la situación general no ayuda para nada».