Solosancho y sus anejos, con Faema

I.Camarero Jiménez
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El I Reto solidario, celebrado en Robledillo, quiere acabar con los estigmas de la enfermedad mental y en estos pueblos lograron el apoyo de 600 personas que se sumaron a su fiesta

Faema tenía un reto solidario que escenificó en Robledillo, uno de los anejos de Solosancho, y consiguió cumplirlo con creces porque según la directora de aquella entidad, Inmaculada Pose, más de 600 personas participaron en sus actividades durante todo el día. 

Éstas dieron comienzo a las 11 de la mañana y se extendieron hasta que entró la noche con la intención simple y llana de unir a los cuatro pueblos, a Solosancho y sus anejos, en la inclusión y en dejar a un lado los estigmas que en tantas ocasiones acompañan a la enfermedad mental, que es en lo que está volcada la actividad de esta entidad. 

El reto solidario  ‘Juntos por la inclusión’, logró unificarles entre otros actos en una multitudinaria  paella de la que fueron partícipes más de 320 personas y fue sin duda la gran fiesta por la inclusión que querían. Tan sólo se vio empañada por un nubarrón que descargó en torno a las 16 horas, pero que incluso les vino bien para quitarse de encima el calor que habían pasado hasta entonces y eso que tenían hasta un tobogán de agua para los más pequeños, además de castillos hinchables y talleres o juegos tradicionales.

Ya por la tarde contaron para la causa con la escuela de danza de Emma Lucena y que fue seguido también por multitud de personas en un municipio que ya está pensando en la segunda edición de este reto porque... promete volver el año que viene. La razón de celebrarse allí también tiene que ver con el hecho de que desde hace unos meses Faema tiene implantado el Servicio de Asistente Personal, con el que atiende a siete personas y que ha dado empleo a dos personas de la localidad.