Quique Sánchez Flores anunció ayer de forma sorpresiva su marcha como entrenador del Getafe, al que llegó a principios de este año 2015 como sustituto del rumano Cosmin Contra, que dejó el club para entrenar en China. «Os quería comunicar mi decisión en el día de hoy de cesar como técnico del equipo. Es una decisión personal producto de una reflexión vital que me permite evitar situaciones que en su tiempo no me hicieron feliz», señaló ante los medios.

Para el madrileño esta es la «mejor decisión de dignificar» su profesión. «Y, de una forma, también de respetarme a mí mismo», confesó, antes de «dar las gracias» al club y los periodistas por darle un «cariño muy especial» con su «trabajo» en estos dos meses.

«Y sobre todo a los jugadores que han tenido un comportamiento extraordinario de compromiso, actitud, cariño y amor a la profesión y al cuerpo técnico. Quiero dar las gracias, también, a los aficionados que me han dado un cariño extraordinario y al Getafe por permitirme este reeencuentro feliz y que durante dos meses me haya hecho sentirme entrenador. Espero que nos veamos muy pronto y con una sonrisa en la cara», sentenció Sánchez Flores.

 El extécnico del Atlético de Madrid y Valencia, entre otros, llegó al conjunto azulón a principios de año para ocupar el hueco dejado por Cosmin Contra, que se marchó al Guagzhou chino, y volver a dirigir al conjunto madrileño, al que ya había entrenado en la campaña 2004/2005, la primera del equipo en la Primera División.

El preparador deja al conjunto del sur de la capital en la decimotercera posición de la clasificación liguera, a cuatro puntos de la zona de descenso, después de sumar tres victorias (Celta, Sevilla y Espanyol) y cuatro derrotas (Eibar, Real Madrid, Almería y Valencia).

Algunas fuentes señalaron que la venta al Jiangsu Sainty chino del centrocampista croata Jorge Sammir, uno de los futbolistas más importantes del cuadro madrileño, fue clave en la determinación del técnico.

«Me ha dejado tirado». La noticia no le sentó nada bien al presidente del Getafe, Ángel Torres, que lamentó que Quique Sánchez Flores le haya «dejado tirado en un mal momento» después de construir un proyecto de dos años en torno a él, y aseguró que la marcha del técnico es por «temas personales» y no tiene nada que ver con la situación económica del club azulón. «¿Quejarse él? Si alguien se puede quejar soy yo, que me ha fallado. El sabía cuál era la situación: que no podíamos traer refuerzos por la situación económica y que este club es vendedor. He oído a algún compañero que se ha marchado porque se va Sammir. No tiene nada que ver», sentenció.

«Ahora hay que acertar con el entrenador para estos cuatro meses», destacó Torres.