Buena música como la mejor terapia

M.M.G.
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La Orquesta Sinfónica de la región se acercó este jueves a las aulas de Pronisa y Down, así como al Centro Penitenciario de Brieva

Buena música como la mejor terapia

 CASCABELES, un xilófono, una caja china, el triángulo, un acordeón, maracas, el arpa... hasta cocos para lograr un ritmo pegadizo que este jueves se coló por todos los rincones del Centro de Educación Especial Espíritu Santo de Pronisa y por las aulas de Down Ávila gracias a la visita de los 80 miembros de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León.

El IV Maratón Musical Solidario de la Sinfónica llegó a Ávila con un claro objetivo: acercar la música en directo a aquellos que no tienen fácil disfrutar de ella en su día a día. Así nos lo contaba el jefe de Producción de la orquesta, Juan Aguirre, mientras un grupo de usuarios de Pronisa disfrutaba acercándose en primera persona al mundo de la percusión. «La iniciativa parte del Área Educativa y Social del Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid y de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León», empezaba a explicar Aguirre, que descubría también que si bien el programa se desarrolla de forma estable en Valladolid, una o dos veces al año se sale al resto de provincias de la región para que todo el mundo pueda disfrutar de la magia de la música. «Intentamos acercar la música a todo el mundo movilizando a todos los miembros de la orquesta», abundaba en la idea el jefe de Producción, que se ilusionaba al hablar de la reacción que sabe que producen los músicos cuando tratan con personas con algún tipo de discapacidad. «Son momentos de satisfacción», decía Aguirre, «y que mejoran la vida de estas personas, aunque sólo sea por un ratito».

En esto se mostraba totalmente de acuerdo JaimeRodríguez, administrador de Pronisa, para el que jornadas como las de este jueves ayudan a romper la monotonía de los usuarios del centro. «Buscamos su diversión, que les implica no pocos beneficios», argumentaba Rodríguez, para el que actividades de este tipo multiplican el beneficio que los chicos de Pronisa ya obtienen a través de la música en la sala de fisioterapia y de estimulación sensorial.

«Estas actividades están diseñadas por un equipo en el que se encuentra un psicólogo y que decide su contenido en función de las capacidades de los chicos», apostillaba Aguirre, que nos invitaba a acudir a Down Ávila donde a esa misma hora de la mañana otro equipo de la orquesta trabajaba con los chicos mediante la música y la danza.

Danza y música. Ritmos cadenciosos, sonidos delicados y pies descalzos para una actividad que disfrutaron tanto los alumnos como los monitores, una de ellas, curiosamente, también con síndrome de Down.

Y algunos kilómetros más lejos de allí, en el Centro Penitenciario de Brieva, el tercer gran equipo de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, formado por 40 personas, ofrecía un concierto para las reclusas, que rompieron también así su rutina diaria.

Lo hicieron después de haber trabajado durante el último mes con los músicos de la Sinfónica como parte de esta iniciativa.