A primera hora de la mañana, ocultos, en su mayoría sin que se pudiera tener imágenes de su llegada. Los cinco miembros de La Manada se encuentran desde ayer en Sevilla después de que abandonaran el pasado viernes los centros penitenciarios en los que se encontraban recluidos. 

Minutos antes de las siete de la mañana, José Ángel Prenda, uno de los integrantes del grupo, accedió caminando a la vivienda de sus padres. De él sí hubo imágenes. Y de las numerosas personas que acudieron al domicilio del barrio hispalense de Amate a celebrar su regreso.

Entre ellos, el abogado de cuatro de los condenados, Agustín Martínez Becerra, quien confirmó que los cinco jóvenes «han llegado a la capital sin incidencias destacables». 

Además, aseguró que los encausados «cumplirán este lunes con todo lo establecido en el auto» de la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra en relación a que todos deberán comparecer cada lunes, miércoles y viernes ante el juzgado de guardia de su residencia y cuantas veces fueren llamados por la Audiencia de Navarra, así como comunicar cualquier cambio de domicilio o teléfono. Al mismo tiempo, denunció la difusión sin consentimiento de los datos personales de sus defendidos a través de las redes sociales. «En un mensaje se especifica domicilios, teléfonos, nombres de padres, estados civiles, fotos e incluso los antecedentes delictivos», aseveró.

Cabe recordar que, además de la fianza de 6.000 euros, la Justicia dictó varias medidas cautelares para los cinco acusados. 

En concreto, tendrán que designar un domicilio donde puedan ser hallados, así como un teléfono de contacto, con advertencia expresa de que en el caso de no ser localizados en tales domicilios de inmediato se expedirá la correspondiente requisitoria.