El provincial del Carmelo presidió la misa de aniversario de San José

Ana Agustín
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Numerosas autoridades acudieron a la misa de celebración de los 453 años de la fundación

El provinvial de Carmelo Descalzo en España, Miguel Márquez presidió en la tarde de este lunes 24 de agosto una eucaristía muy especial celebrada en la iglesia del convento de San José, la primera fundación de Santa Teresa que celebra de esta manera su 453  aniversario y el comienzo de la reforma del Carmelo.

Con un templo abarrotado de público de todas las condiciones y procedencias, también muchos vecinos abulenses. Destacaba también la presencia de autoridades como el alcalde de Ávila, José Luis Rivas, acompañado de miembros de su equipo de gobierno; el presidente de la Diputación, Jesús María Sánchez Cabrera; el diputado nacional por Ávila y portavoz de la Comisión Mixta Congreso-Senado, Pablo Casado; el ex alcalde de Ávila y senador, Miguel Ángel García Nieto o la rectora de la UCAV, María del Rosario Sáez Yuguero. Todos ellos asistieron a una misa concelebrada llena de emoción y que no se perdieron las «hijas de Teresa», la congregación de monjas de clausura que habitan el convento.

El provincial del Carmelo comenzó su homilía dando gracias por el V centenario que estamos viviendo y que, afirmó a esta redacción, ha desbordado todas las expectativas.

«Teresa es una de las personas que está cumpliendo lo que el Papa nos ha dicho de armar lío», reconoció Miguel Márquez, «para removernos y preguntarnos dónde estamos cada uno y, sobre todo, dónde nos quiere llevar el Señor a cada uno».

Una nueva mención a las palabras del Papa que habla en algunas de sus epístolas de la alegría,  la oración, la fraternidad y el tiempo presente, «ideas claves de Teresa de Jesús». Mencionó la riqueza de las «hijas de Teresa» refiriéndose a las monjas del convento y del sueño de la Santa abulense, «un sueño de vida interior y de belleza interior que habla de la dignidad del ser humano». Más necesaria que nunca, según Márquez, la voz de Teresa se dejó escuchar dentro del templo.