David Mayoral es de Primera

A.S.G.
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El delantero abulense cierra la temporada 2017-18 de la mejor manera tras confirmarse que el próximo año formará parte del Real Valladolid en la Liga Santander. "Vivir un ascenso ha sido de las cosas más bonitas que he podido vivir como futbolista"

No le puede poner mejor nota el abulense David Mayoral, extremo del Real Valladolid, a la temporada 2017-18.Un año que se vislumbraba importante para el abulense pero que comenzó torcido en pretemporada con una de esas lesiones –esguince de rodilla– que hacen tambalear todo lo esperado del curso. Y sin embargo gracias a un importante ejercicio de esfuerzo y confianza, de su parte y de quienes le rodean, pudo cerrarlo «viviendo un sueño», disfrutando y siendo parte del ascenso a Primera División junto al primer equipo del Real Valladolid y conociendo hace apenas un par de días que la temporada que viene, la 2018-19, será, a todos los efectos, jugador de la primera plantilla en Primera División. El que hace apenas cinco años todavía vestía la camiseta del Real Ávila en sus categoría inferiores, vivirá la próxima temporada su primera experiencia en Primera División, donde compartirá protagonismo con el abulense RubénPeña (Éibar) en la Liga Santander.

Todo ha terminado bien, pero no ha sido un curso sencillo para el abulense.Demasiado pronto la suerte le daba la espalda. Era el primer partido de la pretemporada cuando «en una entrada fortuita» ante un jugador del Tordesillas sufría un esguince de ligamento lateral externo de su rodilla derecha. Lo que empezó siendo un diagnóstico de seis semanas pasó a dos meses y medio. «No fue sencillo». Porque a partir de entonces arrancaba «una temporada dura» recuerda el extremo, que regresaba a la disciplina del promesas vallisoletano tras un año de cesión en el UCAM Murcia y siendo entonces uno de los ocho canteranos elegidos por Luis César Sampedro, entonces entrenador del primer equipo del RealValladolid, para formar parte de la expedición de pretemporada. En ese momento no sólo veía lejos el reto de formar parte de la primera plantilla sino que ante sí se abría un largo camino para volver a ser el jugador en el que la entidad blanquivioleta había puesto su confianza.

Y aunque el refrán dice eso de que ‘lo que mal empieza, mal acaba’, nada más lejos de la realidad. Tenía la confianza de Luis César Sampedro y tuvo la de Sergio González cuando el técnico catalán tomaba las riendas de un equipo al que acabaría llevando a Primera División.Un ascenso del que pudo disfrutar David Mayoral. «Ha sido de las cosas más bonitas que he podido vivir como futbolista. Detrás de ti sientes que tienes una ciudad entera a tus espaldas, que estás en un club histórico que se merecía este ascenso. Ver toda esa gente apoyándote, el estadio lleno los últimos días... Vivirlo en primera persona no tiene precio». Un gran año para el primer equipo pero no menos para el filial, al que conseguían «dejar en Segunda B», un reto importante para el club vallisoletano.

Ha sido el extremo abulense participe de los objetivos marcados en el José Zorrilla –permanencia en Segunda B del filial y ascenso con el primer equipo– en una temporada que arrancaba con la mirada puesta en el primer equipo. «El año pasado con la cesión al UCAM Murcia ya me dijeron que este año tendría mucho protagonismo con el primer equipo.No querían que me fuera cedido a ningún otro equipo. Querían que siguiera en Valladolid».Al final las lesiones marcaron el protagonismo –11 minutos simbólicos en tres partidos de LaLiga123–. «No conseguía entrar en buena dinámica, coger ritmo, aunque al final he conseguido acabar bien con el primer equipo» y mirando, como no puede ser de otra manera, a la próxima campaña «para poder hacerlo bien, ganarme un hueco  y disfrutar de minutos. Que apuesten de esta manera por mí es muy importante».

canterano encarnado. Formado en la cantera del Real Ávila, David Mayoral firmaba por el juvenil del Santa Marta (2013-14). Pronto fijó en él sus ojos el Real Valladolid, primero para su División de Honor y después para su Real Valladolid B, con el que debutaba en SegundaB en la 2015-16. Su primer partido en la Segunda A con el primer equipo llegaría en la 2016-17. Un curso que cerraría cedido en el UCAM Murcia de Segunda División, desde donde regresaría (17-18) de nuevo al Real Valladolid, primero con el filial y cerrando la temporada con el primer equipo.