FITO no defraudó. Era el segundo cabeza de cartel y el encargado de abrir la noche de rock and roll y vaya si lo hizo. Calentó motores y levantó al público en un concierto muy esperado en la Sierra de Gredos, en lo que fue su estreno en Hoyos del Espino. Su fórmula volvió a funcionar: letras que hablan de bares, amores y de vidas callejeras, una potente voz marca de la casa, un impecable sonido y una actitud enérgica que contagió a las miles de personas que a esa hora ya abarrotaban el recinto y a las que no pararon de llegar durante la actuación, algunas de ellas damnificadas por el atasco de casi una hora.
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