Diez días después de que comenzasen las rebajas de enero, la valoración que realizan los comerciantes de la campaña es que estamos ante unas rebajas “tibias”, con menor fuerza que las de antes. Durante 2018 los descuentos constantes se han perpetuado en el sector, lo cual repercute de forma directa en las rebajas: lo que el consumidor gasta en un momento, no lo gasta más tarde. Así lo estima la Federación Abulense de Comercio, integrada en CONFAE, que coincide con la valoración efectuada por la Confederación Española de Comercio (CEC), que llama la atención sobre los cambios en los hábitos de compra. De hecho, muchos comerciantes tenían ya descuentos en sus establecimientos en las semanas previas, restando así impacto al efecto llamada de las rebajas y diluyendo, incluso, las ventas de la campaña navideña.
Según explican, este descenso de ventas tiene dos motivos fundamentales, el auge del comercio electrónico y la fiebre de los descuentos permanentes, que han generado un profundo cambio en los hábitos del consumidor.
Unas tendencias a la que el pequeño y mediano comercio se ve arrastrado a adherirse a costa de una fuerte reducción de márgenes; las pymes no pueden seguir el ritmo de otros formatos y sufren las consecuencias.
En concreto, 2018 terminó con 6.698 pymes de comercio activas menos que en 2017, lo cual da una idea de la debacle que está viviendo el sector y que supone la pérdida de miles de puestos de trabajo.
Por todo ello, y dada la evolución de las ventas en el comercio minorista, desde la CEC se va a solicitar una reunión con la ministra Reyes Maroto para abordar esta situación, que podría tener consecuencias irreversibles y que exige soluciones firmes y urgentes. En este sentido, consideran necesario que se convoque a la mayor brevedad posible la mesa de diálogo, ya anunciada por el ministerio, que tratará las consecuencias de la liberalización de 2012.
Por último, desde la CEC recuerdan que la contención del consumo también tiene como causa directa otro factor de gran importancia como es la confianza del consumidor, que repercute directamente en las ventas del comercio minorista y que actualmente se encuentra muy dañada debido a la incertidumbre política.