Kiko Sánchez apunta a desavenencias con el cuerpo técnico como la principal causa de su salida del Real Ávila

A.S.G.
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"Sospecho que hay algo más". El técnico salmantino respeta pero "no comparte" los argumentos esgrimidos desde la directiva del club -por sus últimas derrotas- para justificar su destitución

Francisco Sánchez 'Kiko' - Foto: David Castro

Respeta, asume pero no lo comparte, no al menos con los argumentos presentados, lo que le deja la sensación «de que hay algo más». Así, «intentando asimilar» un cese «sorprendente», se confesaba Francisco Sánchez ‘Kiko’, ex entrenador del Real Ávila después de su cese en la noche del domingo. Así se confesaba en una tarde de lunes en el que mantuvo una reunión con la directiva del equipo encarnado en el Adolfo Suárez y en la que el club plasmó al salmantino los motivos de su cese después de que la rescisión de su vinculación con el Ávila se la transmitieran por teléfono en la noche del domingo.  «Quería que me dijeran los argumentos que han manejado para destituirme» señalaba  el salmantino. Y los recibió. Al menos los oficiales. Como ya comunicara el club el domingo, la decisión llegaba en base a los resultados cosechados en las últimas semanas por el equipo y en especial a las últimas dos derrotas ante La Virgen delCamino y el Estructuras Tino. Argumentos «que no los puedo compartir, no me han convencido». Y es que para Francisco Sánchez ‘Kiko’ «sé que los resultados son importantes, pero creo que la decisión es precipitada», sobre todo cuando por delante «quedan muchos puntos» y cuando las dos derrotas «han llegado en dos salidas complicadas en las que el desenlace podía haber sido cualquiera», apunta tras dos partidos en los que la madera se interpuso en el gol y el premio a favor de los encarnados. Una situación «que volviendo de Burgos no me la podía esperar».

Es por ello que el ya ex técnico encarnado sospecha «que hay algo más». Algo en lo que apunta a un distanciamiento no sólo con algunos de los jugadores encarnados sino con miembros del actual cuerpo técnico. «Las diferencias de opiniones pueden haber sido las causantes del distanciamiento con el cuerpo técnico», desavenencias «que han enrarecido el ambiente, que han crecido y que no hemos sabido solucionar» comentaba el salmantino, consciente de que «siempre es más sencillo cortar una cabeza que cortar cuatro», comentaba consciente de la situación que le ha llevado a la puerta de salida del club.

No quiere «echar más leña al fuego» cuando se le cuestiona si alguien desde dentro del equipo puede haberle ‘hecho la cama’, pero tiene claro que «había gente que no estaba muy de acuerdo en mi forma de manejar el grupo.Cada uno debe saber asumir su rol, aceptar y respetar el trabajo del resto, pero esas diferencias de criterios han generado un distanciamiento» a la postre decisivo. Una situación que «podría» encontrar y sufrir igualmente su sustituto, «o no, pues venga  con otra dinámica y lo acepte todo», ejerciendo de líder «y sabiendo aunar el grupo como estaba al principio».

Una situación que no esperaba cuando arrancó la pretemporada. «El vestuario era sensacional». Un par de meses después «puede estar roto por apoyar a una u otra persona». Un apoyo que en algunos casos han trasladado personalmente al técnico una vez cesado y en el que incluso habrían cuestionado su continuidad en el proyecto encarnado. «El club está ante una situación complicada, en la que algunos están a favor de mi cese y otros en contra, y les puede costar asimilarlo, pero por el bien del equipo, del club y de la ciudad espero que se reconduzca». Se marcha con la sensación de que deja un «proyecto inacabado» aunque reconoce que «de todas las experiencias se saca algo positivo».