El último cese en el Real Ávila, Francisco Gutiérrez

A.S.G.
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Once temporadas han pasado desde que el Real Ávila viviera la destitución de un entrenador • Fue en la 2002-2003, en Segunda B, con la salida de Argenta y Paco Gutiérrez

Hacía once temporadas que el Real Ávila no vivía la destitución de un entrenador. Una sensación que la afición encarnada volvía a vivir este domingo con el cese fulminante de Francisco Sánchez ‘Kiko’, un técnico que, curiosamente, había llevado al equipo hasta el liderato del grupo VIII por primera vez en los últimos siete años y que, pese a los últimos pinchazos, dirigía un proyecto que tras siete jornadas de competición estaba situado en la quinta plaza a un punto de los playoffs.

Once temporadas han pasado desde que un entrenador encarnado no acabara el curso. Fue en la 2002-2003, la última en la que el equipo encarnado disputó la Segunda B y en el que el equipo encarnado viviría una campaña convulsa en la que hasta tres entrenadores ocuparon el banquillo del Adolfo Suárez, alguno de ellos hasta en dos ocasiones como la solución intermedia en una campaña en la que el equipo encarnado acabaría por descender como penúltimo con 26 puntos.

Comenzaría la temporada Juan Carlos Fernández Argenta, pero no la terminaría. Cuarto por la zona baja y en puestos de descenso, la derrota ante el Avilés (1-0) en la jornada 16ª desató los movimientos que llevaron en la noche de un viernes a la destitución del abulense. Tomaría las riendas Luis Miguel Martín del Río, su ayudante y que, por su titulación, sólo podría ocupar el banquillo durante dos partidos.

Encontraría repuesto el Real Ávila en Francisco Gutiérrez. El 19 de enero debutaría en el banquillo del Adolfo Suárez –20ª jornada– ante el Pájara, después de que se suspendiera el choque de la jornada 19ª, y lo haría con derrota (0-1). Apenas 10 partidos aguantaría en el banquillo Gutiérrez, que era destituido en el mes de marzo con el equipo hundido en el penúltimo puesto de la tabla, 24 puntos, y a siete de la salvación, entonces en manos del Celta B con 31 puntos. La derrota en la jornada 28ª ante el Alcalá (1-0) puso en marcha la salida de un entrenador que dejaría al Ávila asegurando que «el jardín hay que limpiarlo porque tiene malas hierbas». A partir de ese momento Luis Miguel Martín del Río volvería a la dirección del equipo.Como en la anterior ocasión por normativa sólo podía ocupar el banquillo durante dos jornadas bajo pena de multa económica. Al club le salió más barato pagar las sanciones que a un nuevo entrenador.