Una empresa de gestión deportiva, interesada en comprar el Real Ávila

A.S.G.
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El proyecto y las negociaciones, muy avanzadas, podrían culminarse en cuestión de un par de semanas • Desde el club se asegura que se trata de la única vía para la supervivencia

Imagen del Adolfo Suarez. - Foto: David Castro

• Los plazos para la operación lo fijaran tanto la negociación definitiva sobre el coste de la operación, como otros procesos administrativos e institucionales.

El Real Ávila está a un paso de cambiar de dueños. Apenas un par de semanas es el plazo aproximado que se maneja desde el propio club encarnado para que el próximo año el equipo de la capital no sólo cambie de manos sino que «tenga un futuro». Tan avanzadas están las negociaciones que incluso fuentes del propio club consultadas por Diario de Ávila aseguran que en apenas un par de semanas se podría conocer el sí o el no a unas operaciones que se han intensificado en las últimas fechas y de las que se van conociendo algunos detalles.

Más allá de los rumores que han inundado las gradas del Adolfo Suárez en las últimas semanas, lo cierto es que en los últimos cuatro meses los actuales gestores del club han trabajado en una operación que podría ver la luz en breve. Hasta donde ha podido conocer este periódico en estos momentos una empresa vinculada con la gestión deportiva estaría en disposición de hacer una oferta por el club abulense - aún no se conoce el montante final de la operación - como punto y final a una negociación en la que se advierte que, pese a que las intenciones pasan por concluirla en breve, los plazos están marcados por la normalización administrativa e institucional del club, y éstas pueden demorarse. No será demora, sin embargo, la parcela deportiva, pues se entiende que el buen momento del equipo puede beneficiar una operación que no se ve como un handicap en un momento en el que los playoffs están sobre la mesa. Todo lo contrario.  

«Serán las cuestiones institucionales las que marquen las fechas» señalan fuentes consultadas por Diario de Ávila, que entre otras cuestiones apuntan a la necesidad de finalizar con el proceso de legalización de las acciones del club para poner el punto y final a una venta que se encuentra en su recta final después de cuatro meses de negociaciones que se han intentado llevar con la mayor discreción posible y en la que han existido a lo largo de este tiempo más de una oferta.

Un proceso con el que los máximos propietarios del equipo - cabe recordar que Julio Ortega es en estos momentos el máximo accionista junto con María Pueyo, Gustavo Vázquez, Javier Sánchez o José Ramón Herrero, entre otros - estarían, siempre según estas fuentes, de acuerdo y dispuestos a vender su parte en el club a un comprador con el que ahora se deberá negociar el coste final de la operación, del que no se han querido dar más detalles.

«Es precisamente en el tema de la deuda donde está uno de los puntos claves» añaden, si bien puntualizan que el proceso ha llegado hasta este punto porque desde la parte interesada se ha contemplado la deuda y posibles costes como asumibles. No obstante, y sea cual sea el resultado, se insiste en que en el mismo se ha buscado la supervivencia futura de un club que sin una salida semejante «se hunde».

¿Dónde está la rentabilidad?

«El Real Ávila es muy apetecible». Es la respuesta que se ofrece a una de las principales cuestiones que surgen ante esta posible venta del Real Ávila. Y es que una de las incógnitas en estos momentos es conocer dónde se encuentra la rentabilidad de todo este proceso para una empresa. «Estamos hablando de un club cuyas deudas son asumibles, que tiene 90 años de historia, que es un equipo de capital de provincia y cuyos costes son razonables» señalan las fuentes consultadas por Diario de Ávila sobre un proceso en el que en todo momento se han buscado empresas vinculadas al mundo del deporte.    

Se asegura que «estamos hablando de una empresa dedicada a la gestión deportiva, que sabe cómo hacer viable un proyecto deportivo y rentabilizarlo», defienden estas fuentes, para las que las deudas de otros clubes más potentes impiden poner en marcha cualquier tipo de proyecto.