Dos días después de la impresionante tromba de agua que provocó la riada que afectó a varias localidades de Valle Amblés, sobre todo a Muñogalindo, Santa María del Arroyo y Padiernos, este lunes continuaron «con rapidez» los trabajos para intentar devolver a la normalidad a los municipios que se vieron sorprendidos por las inundaciones del sábado. Así lo relataba este lunes el presidente de la Diputación Provincial, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, después de visitar Muñogalindo y comprobar in situ el estado de unas tareas que se centraban en «la limpieza de cauces, puentes y calles» y de los depósitos de agua afectados.
Mientras, técnicos de la institución provincial realizaban las visitas correspondientes en los tres municipios para empezar el informe de valoración de daños de cara a la posibilidad de solicitar la declaración de zona catastrófica. A la espera de tomar esa decisión, Sánchez Cabrera insistió en que «tenemos claro que vamos a pedir a las administraciones que nos echen una mano porque los daños son cuantiosos. No hay daños personales pero sí daños materiales en las infraestructuras», donde «tendremos que hacer inversiones y necesitaremos que todas las administraciones se impliquen», indicó.